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Justin Trudeau recibe primera dosis de AstraZeneca de vacuna contra Covid-19
El primer ministro canadiense Justin Trudeau recibió la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el Covid-19 e invitó al a población a recibir la inoculación con el medicamento, luego de que esta semana se extendió el acceso para personas mayores de 40 años.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, recibió el viernes la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, inmunizante que genera reservas debido a casos raros pero graves de coágulos sanguíneos reportados en algunos países entre personas vacunadas.
Tras aparecer vestido de traje y corbata, acompañado por su esposa, en una farmacia de Ottawa, Trudeau, de 49 años, levantó ante las cámaras su camisa, bajo la que llevaba una camiseta para facilitar la vacunación.
"Estoy muy feliz", afirmó a la auxiliar que le administró la dosis justo abajo de un tatuaje en el brazo izquierdo.
"Como Ontario invitó a las personas de 40 años o más a recibir la vacuna de AstraZeneca en las farmacias, ahora es nuestro turno", había dicho antes en conferencia de prensa.
Su esposa, Sophie Gregoire Trudeau, contrajo coronavirus en marzo de 2020, lo que obligó al primer ministro a aislarse en cuarentena en su residencia de Ottawa.
"Es un alivio saber que este sencillo gesto ayuda a protegerse, pero sobre todo a proteger a los que amamos a nuestro alrededor", precisó Trudeau a la prensa.
"Entonces, si también es su turno, les invito a marcar un cita lo más rápido posible", lanzó a sus compatriotas.
La mayoría de las provincias canadienses extendieron esta semana el acceso a esta vacuna para los mayores de 40 años, reservada hasta entonces a quienes pasaran de 55.
Poco más de 1.1 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca -una de las cuatro autorizadas por Ottawa- han sido administradas ya en el país.
Canadá solo ha registrado tres casos de coágulos sanguíneos asociados a niveles bajos de plaquetas entre personas inoculadas, pero todas se encuentran ya recuperadas, según la agencia de salud nacional.
La desconfianza hacia la vacuna de AstraZeneca ha empujado a muchos países a fijar límites de edad a su uso, e incluso a suspender su aplicación.