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La Habana y Seúl preparan embajadas; Pyongyang, observa
El gobierno de Díaz-Canel demuestra que tiene un ángulo pragmático en sus relaciones diplomáticas y comerciales.
La Habana. Cinco meses después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, Cuba y Corea del Sur se preparan para abrir sus embajadas, un nuevo vínculo que "ilustra un cambio generacional" en la isla comunista, aliada histórica de Pyongyang, y que refuerza la posición de Seúl en América Latina, según analistas.
La apertura de embajadas podría ocurrir muy pronto, tras el sorprendente anuncio el 14 de febrero del restablecimiento de las relaciones entre los dos países.
Diplomáticos surcoreanos se encuentran en La Habana desde el 14 de junio y han comenzado "a establecer una oficina temporal", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Del lado cubano, funcionarios de la isla están en la capital surcoreana con el objetivo de abrir su embajada igualmente muy pronto, según la agencia de Corea del Sur, Yonhap.
El restablecimiento de las relaciones entre los dos países "ilustra un cambio generacional" en La Habana, dijo el politólogo cubano, Arturo López-Levy, sobre la transferencia del poder de Raúl Castro, de 93 años, a Miguel Díaz-Canel, de 64.
Cuba y Corea del Sur iniciaron un acercamiento comercial en la década del 2000, pero "una de las consideraciones que más se dijo (...) del lado cubano era que había una relación especial entre la dirección histórica y Corea del Norte", lo que impidió cualquier avance, indicó el investigador asociado de la Universidad de Denver.
Cuba es uno de los pocos aliados de Corea del Norte y el único país comunista del mundo (China, Laos, Vietnam), a excepción de Pyongyang, con el que Seúl no tenía relaciones diplomáticas.
Duramente sancionados por Washington y unidos en un "frente común antiyanqui", Pyongyang y La Habana mantienen un estrecho vínculo y siempre han elogiado la "relación histórica" entre Kim Il Sung, líder norcoreano fallecido en 1994, y Fidel Castro.
"Dosis de independencia"
Pyongyang envió sus tropas diplomáticas a formarse en Cuba y le suministró armas en los años 1980, mientras que la isla fue uno de los pocos países que ignoró las sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte por su programa nuclear.
Para López-Levy, Corea del Sur "ha logrado sabotear totalmente el discurso a Corea del Norte" que mostraba a Seúl con la "imagen de enemigo, con el cual no hay una manera de entenderse".
"Refuerza la posición diplomática coreana en América Latina" y "proyecta una política hacia las Américas de una alta dosis de independencia con relación a EU, su principal aliado".