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La eliminación del segundo dirigente de Hamas puede obstaculizar una tregua
Saleh al-Arouri, dirigente adjunto de Hamás, fue abatido por un avión no tripulado en los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolá, un grupo libanés aliado de Hamás y respaldado por Irán, en un ataque atribuido a Israel, enemigo acérrimo de Hamas.
La muerte de un jefe de Hamas en Líbano elimina un nombre importante de la lista de los más buscados por Israel, pero podría llevar a los dirigentes del grupo palestino en el exilio a ocultarse aún más, obstaculizando los esfuerzos para negociar nuevos ceses del fuego en Gaza y la liberación de rehenes.
Saleh al-Arouri, dirigente adjunto de Hamas, fue abatido por un avión no tripulado en los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolá, un grupo libanés aliado de Hamás y respaldado por Irán, en un ataque atribuido a Israel, enemigo acérrimo de Hamás.
Israel no ha confirmado ni desmentido su participación, pero el ataque ocurrió un mes después de que la cadena israelí Kan difundió una grabación en la que el jefe de la agencia de seguridad interior israelí Shin Bet prometía dar caza a Hamas en Líbano, Turquía y Qatar aunque le llevara años.
El miércoles, el jefe de espionaje del Mossad israelí, David Barnea, afirmó que se comprometía a "ajustar cuentas" con Hamás, y añadió: "Que cada madre árabe sepa que si su hijo participó, directa o indirectamente, en la masacre del 7 de octubre, su sangre está perdida".
En opinión de Ashraf Abouelhoul, redactor jefe del diario egipcio Al-Ahram y experto en asuntos palestinos, la muerte de Arouri "puede empujar a Hamás a endurecer su postura para que no parezca que se doblega ante las presiones o amenazas de más asesinatos".
Hay mucho en juego tanto para los dos millones de palestinos que intentan sobrevivir a los bombardeos israelíes en Gaza como para los rehenes israelíes retenidos allí por Hamás, gobernante del territorio costero y, al igual que Hezbolá, aliado de Irán.
Los negociadores de Hamás, entre ellos Arouri, habían mantenido conversaciones con Israel, mediadas por Qatar, sobre un posible nuevo cese del fuego en la guerra y las perspectivas de nuevas liberaciones de rehenes israelíes.
Según una fuente familiarizada con las conversaciones, la semana pasada las dos partes mantuvieron conversaciones con mediadores qataríes sobre una tregua y los rehenes, lo que indica que el ataque de Arouri podría haber estado en la fase final de preparación.
Los analistas señalan que los problemas de seguridad pueden complicar ahora las cosas.
Mohanad Hage Ali, director adjunto de investigación del Centro Malcolm H. Kerr Carnegie para Oriente Medio en Beirut, afirmó que en los últimos años los grupos palestinos que operan en Líbano, donde Hezbolá es un poderoso actor, se habían acostumbrado a cierta seguridad. Hamás debe ser ahora mucho más prudente, añadió.