La pesadilla económica de los españoles

Córdoba. Fue el comienzo del verano español y para un chico con ambiciones de ser el primero en su familia en ir a la universidad, su premio era el primer día del resto de su vida: El día de su graduación.

Pero Alejandro Gea Vida no se molestó en asistir. ¿El futuro? , cuestionó el joven de 19 años, mientras caminaba en un vecindario que lucía desierto; el estudio de fotografía Antonio acababa de cerrar e incluso La Repera, un almacén de ofertas, tenía un cartel de se renta en la ventana. No estoy seguro de saber qué celebramos , indicó Alejandro.

Al llegar a su escuela saludó a su compañero Álvaro Perea, quien debería estar trabajando como técnico de rayos X, pero tras los recortes en los hospitales públicos, buscaba –sin encontrar- trabajo en bares. Mi hermano fue despedido de la compañía eléctrica. Mi padre acaba de tomar una reducción salarial , comentó Perea. Las cosas no están bien en Córdoba .

En una Europa afectada por la crisis, los sueños de los jóvenes graduados son más pequeños en estos días. Hace tiempo, la graduación habría sido una celebración de ascenso, un salto hacia un título, tal vez incluso una maestría. En su lugar, se ha convertido en un estudio de la incertidumbre, en un continente que enfrenta una cifra récord de desempleo. En una familia en la que ninguno de sus miembros tiene un trabajo de tiempo completo, Alejandro, sus padres y su hermano mayor casi podían sentir cómo caían al fondo cada día un poco más. Su historia es una mirada a la nueva normalidad en una vida destrozada por una tormenta económica.

Josefa Vida Bermúdez

En su camino al banco para cerrar la última de sus cuentas, Josefa Vida Bermúdez, de 47 años, caminó rápidamente por las calles de Córdoba.

Conoce bien el camino, ya que la tienda de ropa que vendió el año pasado, luego de que quebrara, está al lado del banco. Nuestra tienda se llamaba Tresol , comentó, la llamé así por las tres estrellas de mi familia: mi marido y mis dos hijos , comentó.

Durante dos años, Tresol brilló en la vida de la familia, convirtiéndose en una fuente de orgullo para una mujer que se ganaba la vida limpiando casas en Córdoba. Para Josefa y su marido la oportunidad llamó justo antes del colapso económico de España. Era el 2009 y actuando ante el consejo de un exempleador, la pareja hipotecó su apartamento por 120,000 dólares para abrir la tienda.

Pero a los pocos meses, el fuego de la crisis en Europa golpeó a un programa municipal para las mujeres empresarias, eliminando el último salvavidas para la empresa de Josefa. Aún le debe 100,000 dólares al banco. La familia sobrevive con los préstamos de una tía para cubrir los 827 dólares de la hipoteca mensual, una situación que saben no pueden mantener; en diciembre concluye el apoyo de desempleo de la familia por 600 dólares al mes.

Francisco Gea Ramos

No puedes desanimarte , le dijo Francisco Gea Ramos a su esposa, mientras la pareja se dirigía a una cita. Su primera oportunidad real para un trabajo en un mes. Sigue luchando. Nunca te rindas , le dijo Francisco.

Él es el exadministrador de un mayorista que cerró en el 2011, Francisco perdió su último trabajo de tiempo completo, como pintor de casas, en marzo del 2012. Hasta hace poco, tenía un trabajo de medio tiempo como guardia de seguridad. Francisco, de 49años, sufre de un trastorno nervioso que lo ha dejado con el brazo derecho paralizado.

La mayoría de los días, alterna su búsqueda de empleo con el activismo, una actividad catártica que parece haber reemplazado al fútbol como el deporte nacional de España

Pero Francisco tenía un buen presentimiento mientras él y Josefa se dirigían a las oficinas de Pablo Salas Sánchez, headhunter y amigo de su grupo católico de la iglesia.

En la oficina de Sánchez, Francisco aclaró la garganta después de intercambiar cortesías. El otro día, usted mencionó la posibilidad de un trabajo con un mayorista. Pensé que podría darle mi currículum. También trajimos el de mi esposa y mis hijos , le dijo.

Sí ,mire, acerca de ese trabajo , dijo Sánchez, parece que ya no están contratando .

Esta es la vida tras la crisis de deuda en Europa, donde el problema número uno que azota al continente ha dejado de ser los inestables mercados financieros y se ha convertido en vidas deshechas entre las enormes filas de desempleados. En España, alguna vez un rincón pujante de Europa, el desempleo se ha disparado de 8.6% en el 2007 a 26.3% en la actualidad. La recuperación aquí se mide no en años, sino en generaciones.