Lula reemplaza cúpula de medios de comunicación públicos

Brasilia. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó a la dirección de todos los medios públicos de comunicación brasileños designados durante el gobierno de Jair Bolsonaro.

La causa fue el tratamiento que estos medios dieron al ataque de los bolsonaristas radicalizados a los edificios públicos de Brasilia, a los que nombraban como simples “manifestantes”, con la clara intención de quitar gravedad a la intentona golpista.

La decisión, adoptada el viernes por la noche, pero conocida durante el fin de semana, incluye el nombramiento de la periodista Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), de la que dependen medios clave como la agencia de noticias Agencia Brasil, TV Brasil y la emisora Radio Nacional, informaron medios locales.

La medida supone la apertura de un proceso de transición y reorganización en la EBC que durará unos 30 días, informaron desde la Presidencia brasileña en un comunicado.

El detonante de los cambios fue la cobertura del asalto a los tres poderes, dado que mientras la mayoría de medios de comunicación brasileños se refería a los simpatizantes de Bolsonaro como "vándalos", "golpistas" y, aun, “terroristas”, los medios públicos mantenían el término neutro de "manifestantes", informaron fuentes oficiales citadas por el diario local Folha de Sao Paulo.

Al día siguiente del asalto a los tres poderes, el informativo de TV Brasil emitió declaraciones del senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, justificando el ataque, lo que fue interpretado como una provocación por dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Otra fuente explicó que durante la intentona y ante la cobertura que minimizaba los hechos, se evaluó la posibilidad de que esos medios, en manos de bolsonaristas, produjeran un sabotaje técnico para interrumpir retransmisiones o comparecencias.

Hostilidad contra periodistas

La entidad se hizo eco de la denuncia de la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) y el Sindicato de Periodistas del Distrito Federal (Sjpdf), según las cuales al menos 16 periodistas fueron agredidos u hostigados en Brasilia ese día, y al menos otros 24 fueron atacados después de la invasión a los edificios públicos.

"Los niveles extremos de hostilidad contra los periodistas que cubrieron los disturbios del 8 de enero y otras protestas a favor de Bolsonaro son alarmantes y las autoridades deben actuar de inmediato para identificar a los perpetradores" y verificar la rendición de cuentas, dijo Renata Neder, representante del CPJ para Brasil.

"Uno de los trágicos legados del gobierno de Bolsonaro es la animosidad generalizada contra la prensa”, acotó Neder. Y reclamó que el nuevo gobierno tome medidas inmediatas “para revertir esta tendencia”.

Desde Estados Unidos Bolsonaro rompió el silencio desde que abandonó Brasil el 29 de diciembre; ayer dijo a sus seguidores: "Lamento lo que aconteció el día 8, algo increíble".

"En cuatro años, todos los días eran lunes. ¿Hubo agujeros?, sí, es lógico. Cometimos algunos deslices en casa", dijo Bolsonaro.