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Mariscos del Golfo, bajo el microscopio
Como ningún otro producto en el mercado, los mariscos provenientes del Golfo de México están siendo sometidos a pruebas de microscopio, en especial pescado, camarón y otras especies marinas, para detectar cualquier residuo de petróleo.
Washington. Como ningún otro producto en el mercado, los mariscos provenientes del Golfo de México están siendo sometidos a pruebas de microscopio, en especial pescado, camarón y otras especies marinas, para detectar cualquier residuo de petróleo.
Aunque los dispersantes químicos que se arrojaron al masivo derrame han puesto nerviosos a los consumidores de estos productos, las autoridades sanitarias aseguran que no hay evidencia de que dichos químicos se alojen en la comida de mar, pero por si acaso, afirman estar desarrollando pruebas instantáneas de detección.
Hasta hoy, conforme se están reabriendo mayores zonas del Golfo a la pesca comercial y en Louisiana se inauguró este lunes la temporada de camarón, las pruebas de laboratorio revelan que no existe peligro de contaminación por el crudo. Sin embargo, es demasiado pronto para saber si esas pruebas resultarán convincentes para un público que de entrada es escéptico a las afirmaciones gubernamentales.
En el tema de los mariscos, la biología es crucial. Hay especies marinas que eliminan la contaminación de petróleo mucho más velozmente que otras. Los peces la eliminan más rápidamente que ostiones y cangrejo, y el camarón está en un punto intermedio.
Creo que la variedad que debe causar mayor preocupación es la de ostiones y almejas, y no hay un segundo lugar que siquiera se les acerque , dice el científico marino George Crozier, director el Laboratorio Marino Dauphin Island en Alabama.
El contaminante de petróleo que es causa de mayor preocupación para consumo humano de mariscos, pues es un potencial cancerígeno, ya que tienen una sustancia denominada hidrocarburos aromáticos policíclicos, PAH. Según Walton Dickhoff, director del Centro de Ciencias Oceanográficas del Noroeste, en Seattle, Estados Unidos, las pruebas que se han llevado a cabo en mariscos del Golfo no muestran niveles más elevados de PAH que los de otras aguas, incluyendo las de Alaska y del estado de Washington.