Mitt Romney ya es candidato oficial republicano

Las Vegas. Mitt Romney y sus aliados comenzaron ayer con un ataque en varios frentes contra la administración de los dólares de los contribuyentes por parte del presidente Barack Obama, apuntando principalmente a las desventuradas inversiones del gobierno en Solyndra y otras empresas de energía renovable, como la evidencia de que las políticas de Obama han sido hostiles a las empresas y han detenido el crecimiento de empleo.

La ofensiva llegó el día en el que Romney ganó las primarias de Texas y pasó el umbral de los 1,144 delegados necesarios para asegurarse la nominación presidencial republicana. Pero la hazaña histórica del candidato, quien es el primer mormón en ganar la nominación de un partido importante, y su mensaje económico se vieron ensombrecidos por Donald Trump, quien ayudó a Romney a recaudar dinero en el Hotel Trump International en Las Vegas.

El alborotador magnate de bienes raíces usó ser el foco de atención para promover su largo y desacreditado argumento de que Obama nació en un país extranjero. Ayudantes de Romney admitieron que esto se trató de una distracción inútil. En un momento en el que querían poner al Presidente a la defensiva, fue Romney quien se encontró en esa posición y dejó en manos de sus ayudantes afirmar que no está de acuerdo con Trump; entre tanto, los asesores de Obama respondieron que su negativa a condenar públicamente a su patrocinador mostró su pobre liderazgo moral.

Con las elecciones generales en camino, las campañas de Obama y Romney trabajan para definirse negativamente entre sí a ojos de los votantes independientes, quienes decidirán la carrera en los estados más disputados.

Romney, que piensa que la economía seguirá siendo la preocupación de los votantes hasta finales de noviembre, trata de etiquetar a Obama como incapaz al mando del país y planea construir su campaña en torno a ese argumento. Él afirma que, a diferencia de él, Obama carece de la experiencia en el sector privado y las habilidades comerciales para reactivar la economía; incluso, ha ido tan lejos como para argumentar que el Presidente no entiende cómo funciona la economía libre de la nación.

Mientras tanto, Obama trata de hacer una desventaja lo que Romney vende como su ventaja principal, sus 25 años como hombre de negocios, al poner de relieve su gestión como Fundador y Director de Bain Capital, una firma de adquisición y de capital de riesgo.

Obama y sus aliados se enfocan en mostrar que las empresas que fueron adquiridas por Bain, terminaron en bancarrota y generaron despidos masivos de miles de estadounidenses.