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Geopolítica

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Muerte de líder talibán favorece proceso de paz

Un grupo insurgente confirmó la muerte del mulá Akhtar Mansur en un ataque ocurrido el viernes por la noche en la frontera de Afganistán y Pakistán.

Kabul. El líder de los talibanes de Afganistán, el mulá Akhtar Mansur, falleció en un ataque de Estados Unidos con un dron, según confirmó el domingo un alto comandante del grupo insurgente.

El mulá Abdul Rauf, que recientemente se reconcilió con Mansur tras rebelarse contra su nombramiento, dijo que Mansur murió en un ataque ocurrido el viernes por la noche en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán .

La agencia de inteligencia de Afganistán confirmó el deceso de Mansur. El presidente ejecutivo del país, Abdulá Abdulá, dijo antes el domingo que la muerte de Mansur podría tener un impacto positivo en los intentos de alcanzar la paz en Afganistán, donde la insurgencia de los talibanes dura ya 15 años.

El dirigente era la principal figura que impedía a los talibanes unirse al proceso de paz , explicó Abdulá. Desde el día en que se puso al frente de los talibanes tras la muerte del mulá Omar, intensificó la violencia contra ciudadanos de a pie, especialmente en Afganistán .

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en declaraciones realizadas el domingo en Myanmar, se refirió repetidamente a Mansur en pasado.

El líder insurgente, según explicó, supuso una amenaza continua e inminente para el personal estadounidense en Afganistán, civiles afganos, fuerzas de seguridad afganas y los miembros de la coalición entre EU y la OTAN.

El ataque aéreo contra Mansur envía un mensaje claro al mundo, vamos a seguir apoyando a nuestros socios afganos .

La paz es lo que queremos. Mansur era una amenaza en esos esfuerzos , manifestó Kerry. Siempre estuvo directamente en contra de las negociaciones de paz y el proceso de reconciliación. Es hora de que los afganos dejen de luchar y empiecen a construir un futuro real juntos .

Mansur tomó formalmente las riendas del grupo tras el anuncio el pasado verano de la muerte del fundador del grupo, el mulá Mohammad Omar.

Mansur, que era el segundo de a bordo de Omar, ocultó el fallecimiento de su predecesor durante más de dos años y lideró a los talibanes en su nombre hasta que el gobierno afgano reveló la noticia.

El anuncio provocó profundas divisiones en el movimiento, una brecha que Mansur intentó cerrar.

En un primer momento, el mulá Rauf fue un detractor de Mansur, pero a principios de año decidió declararle su lealtad para unificar el movimiento.

El gobierno de Afganistán acusa desde hace mucho tiempo al de Pakistán de acoger y apoyar a los talibanes afganos.

Tras su llegada a la Presidencia de Afganistán en el 2014, Ashraf Ghani dio prioridad a la mejora de las relaciones con el vecino Pakistán con la esperanza de que pudiera animar a los talibanes a participar en conversaciones para el final de la guerra. Pero la apertura hacia Pakistán fracasó y a principios de año los talibanes de Mansur rechazaron el proceso y anunciaron que no participarían.

El diálogo de cuatro países, Afganistán, Pakistán, China y EU, parece haberse estancado, con Kabul negándose a enviar una delegación a la última ronda de conversaciones, donde estuvo representado sólo por el embajador en Islamabad.

No está claro qué comandante o facción tomará ahora el liderazgo del grupo.

El mulá Mohammad Yaqub, hijo del fundador de los talibanes, es popular, carismático y se cree que está a favor de la participación del grupo en conversaciones de paz. Controla comisiones militares insurgentes en 15 de las 34 provincias del país y, como Rauf, se había reconciliado con Mansur recientemente.

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