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Parlamento francés denuncia genocidio contra uigures
La Asamblea Nacional francesa adoptó pocos días antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekin, una resolución denunciando el "genocidio" de los uigures por China, y pidió al gobierno que adopte la misma posición.
París. La Asamblea Nacional francesa adoptó el día de ayer 20 de enero, pocos días antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekin, una resolución denunciando el "genocidio" de los uigures por China, y pidió al gobierno que adopte la misma posición.
El texto, sin carácter vinculante, fue defendido por el primer secretario del Partido socialista (PS) Olivier Faure, y recibió el apoyo de los diputados del partido presidencial LREM.
Fue adoptado casi unánimemente (169 votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones).
La resolución estipula que la Asamblea "reconoce oficialmente las violaciones cometidas por las autoridades de la República Popular de China contra uigures como constitutivas de crímenes contra la humanidad y de genocidio" y las "condena".
También "invita al gobierno francés" a hacer lo mismo y a adoptar "las medidas necesarias ante la comunidad internacional y en su política extranjera ante la República Popular de China" para que cese esta situación.
En nombre del gobierno, el ministro de Comercio Exterior, Franck Riester, aludió a las "sistemáticas violencias" y a "abrumadores testimonios" en este caso, pero indicó que la calificación formal de genocidio corresponde a instancias internacionales, y no al ejecutivo.
Activistas denuncian que al menos un millón de uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas, han sido encarcelados en "campos de reeducación" en Xinjiang (noroeste). Pekín alega que son centros de formación profesional destinados a reducir el extremismo islámico.
Entrega de aviones
Estados Unidos está buscando formas de acelerar potencialmente la entrega de la próxima generación de aviones de combate G-16 a Taiwán, comentaron funcionarios estadounidenses, como respuesta a lo que Washington y Taipéi ven como una creciente intimidación de parte de China.
