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Por fin, presidente
Madrid. Finalmente no ha habido sorpresas. Sánchez ha sido elegido presidente y dirigirá el primer gobierno de coalición (entre el PSOE y Unidas Podemos) en el periodo democrático actual en España. Con una mayoría simple en la segunda votación en el Congreso de los Diputados, el secretario general del PSOE ha contado con el apoyo de los 120 diputados socialistas, los 35 de Unidas Podemos, los seis del PNV, los dos de Más País, el único de Compromís, uno de Nueva Canaria, uno del BNG y uno de Teruel Existe.
En contra han votado los 88 del PP, 52 de Vox, 10 de Ciudadanos, ocho de Junts, dos de Navarra Suma, dos de la CUP, uno de Coalición Canaria, uno de Foro de Asturias y uno del Partido Regionalista de Cantabria. Han resultado fundamentales las abstenciones de los 13 representantes de ERC y de los cinco de EH Bildu. Se trata del margen más corto registrado en la historia de la democracia.
En la votación definitiva han estado presentes 349 diputados, salvo uno que ha votado de forma telemática.
El resultado de las votaciones fue: 167 a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
Con la investidura terminan 10 meses de Ejecutivo en funciones, en los que se han celebrado dos elecciones generales, además de unos comicios europeos, locales y autonómicos. Sánchez ya se había presentado en dos ocasiones (en marzo del 2016 y en julio del 2019) a la investidura, pero había fracasado. En esta ocasión ha logrado sumar los votos necesarios para sacarla adelante.
En su intervención como candidato a la presidencia, Pedro Sánchez pidió la confianza del Congreso y se presentó como única opción viable. “Es la única forma de gobierno posible, después de cinco elecciones, dos de ellas generales, en el último año”, afirmó. “Va a haber una mayoría progresista porque así lo han elegido los españoles”, añadió.
“Hay una curiosa coalición, variopinta, en la que figuran la extrema derecha y los antisistema”, en definitiva, “la España que bloquea”, señaló antes de recordar los insultos de la derecha y el hecho de que sólo compartan esa actitud.
Sánchez no hizo mención alguna a Cataluña en esta ocasión, pero sí a la “exaltación” y al “acaloramiento” de la bancada conservadora, al “clima tóxico que no queremos ni al que vamos a contribuir”, dijo.
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, inició su intervención reivindicando la Constitución y al rey. “No se puede tomar a los españoles como rehenes para garantizar su investidura”, aseguró. “Quiero rendir homenaje a todas las víctimas del terrorismo que fueron ultrajadas anteayer, aquí mismo”, indicó.
Casado acusó a Sánchez de ser un “ultra” y a todos los que le apoyan y ha señalado que “ha puesto el destino de España en manos de golpistas y terroristas”.
“Me importa un comino”
La abstención de los 13 diputados independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (10) y del partido vasco Bildu (3) fueron clave en la investidura de Sánchez.
Montserrat Bassa, vocera del partido catalán, comentó: “Personalmente me importa un comino la gobernabilidad de España”, afirmó la parlamentaria, pidiendo la libertad de los nueve líderes separatistas condenados en octubre a largas penas de prisión por el intento de secesión de Cataluña en el 2017, entre ellos su hermana Dolors Bassa.
La parlamentaria se emocionó al recordar a su madre: “En un día como ayer acostumbrábamos a regalarnos tiempo. Hasta que unos jueces del Supremo decidieron robarnos tiempo. Nos han robado un trozo de vida”, comentó.
Por fin, España ya tiene presidente.