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Geopolítica

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Por seguridad nuclear hay que extender el New START

En febrero vencerá el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre Estados Unidos y Rusia; el presidente Trump ya abandonó en 2019 el Acuerdo de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio.

Entrevista. Flávio Roberto Bonzanini, secretario general del OPANAL

El 26 de septiembre de 1983 el oficial ruso Stanislav Petrov salvó el mundo. Desde su monitor del sistema de alerta nuclear recibió información de que Estados Unidos había disparado un misil nuclear hacia la Unión Soviética. Tenía entre 10 y 15 minutos para responder. En lugar de hacerlo a través de un misil nuclear, pensó, reflexionó y decidió no hacerlo porque intuyó que había un error en el sistema. La historia fue llevada al cine: “El hombre que salvó el mundo”.

Así lo narró la funcionaria Natalia Zhurina en entrevista con El Economista, junto al embajador Flávio Roberto Bonzanini y Alain Ponce Blancas, todos, funcionarios del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL).

El embajador Flávio Roberto Bonzanini, Secretario General del OPANAL, comenta que entre las 33 naciones de América Latina y el Caribe que suscribieron el Tratado de Tlatelolco en 1969, no han tenido intenciones de desarrollar armamento nuclear. “No hemos tenido una noticia oficial. Quizá hace muchos años algún país de la región podría haber tenido la voluntad de desarrollar un programa nuclear, pero nunca se supo nada de armas nucleares”.

—En la declaración del OPANAL la semana pasada recuerda que las armas nucleares siguen siendo un riesgo para la paz y la seguridad internacionales. ¿Qué riesgos visualiza, embajador, sobre el uso de las armas nucleares?

El principal riesgo es que nueve países tienen armas nucleares. Los riesgos más concretos son el terrorismo, que puede usar lo que se llama bomba sucia, es decir, no es la bomba como la que se usó en Japón (Hiroshima y Nagasaki) sino que puede tener consecuencias a nivel regional. El segundo riesgo es un error en el manejo de las armas nucleares. La locura humana también se puede presentar en cualquiera de nosotros y entre los que tienen la responsabilidad de manejar los mecanismos nucleares.

—El actual presidente de Estados Unidos abandonó el Acuerdo sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) firmado entre Reagan y Gorbachov, y podría no renovar el firmado entre Obama y Medvedev, el New START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas).  ¿Donald Trump está rompiendo la arquitectura de seguridad nuclear (Natalia Zhurina, Oficial de investigación del OPANAL responde)?

Los acuerdos bilaterales entre EU y Rusia son muy importantes porque ellos tienen el mayor número de armas nucleares. Es muy importante preservar los tratados bilaterales. Hay que preocuparse por la seguridad nuclear. Lo más triste es que es el único tratado bilateral (de esta naturaleza) que se encuentra vigente entre Rusia y Estados Unidos, por eso es muy importante extenderlo porque  cuando no haya ese tratado ningún estado estaría limitado a aumentar su número de armas nucleares.

Maletín nuclear

—Recuerdo que Trump llevaba el maletín nuclear a una cafetería en Mar-A-Lago, en su reunión con Xi Jinping en 2017. Una muestra de su imprudencia. Después se retira del acuerdo con Rusia. ¿No es responsable directo de un posible riesgo nuclear? (Alain Ponce, Oficial de investigación del OPANAL responde)

En este momento no existen las condiciones para un diálogo constructivo para que estén los dos (Trump y Putin) en los mismos términos en la mesa de negociación. Este instrumento (New START) corre el riesgo de que no se mantenga vigente en los próximos años. Expira en febrero de 2021.

—Tener el botón rojo a su alcance, ¿no le parece un risgo, embajador?

Hoy en día se trabaja en los países para reducir una reacción rápida. Lo que se quiere es que haya más tiempo (para activar las armas). Que ningún jefe de Estado tenga la posibilidad de autorizar tan rápidamente.

—El presidente Trump ha intentado desmantelar la herencia de Obama. Incluyendo el New START, por no decir el Acuerdo de París, el que firmó con Irán, entre otros, embajador.

Sabemos que hay reuniones en Viena.  No se puede separar del entorno mundial que vivimos. Hay un deterioro del clima actual en el mundo.

—Existen alrededor de 13,000 armas nucleares en el mundo. ¿Cómo ha sido el patrón de crecimiento?

El número fue mucho más grande en el pasado. Hubo una reducción en las décadas de los 80 y 90. Alrededor de los últimos 10 o 15 años se ha llegado a una cantidad entre 13,000 y 14,000 armas nucleares.

Alain Ponce Blancas comenta sobre el potencial del nuevo arsenal nuclear.

El número se ha reducido desde la Guerra Fría cuando el número de armas nucleares llegó a casi 70,000. Pero ahora, las nuevas armas tienen 1,000 a 10,000 veces más potencia que las anteriores. Por ejemplo, las que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki tenían entre 15 y 20 kilotones. Ahora, las armas nucleares de Estados Unidos son de 1.2 megatones, miles de veces más grandes.

—Embajador, ¿cuál sería su valoración sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (Acuerdo nuclear de Irán)? Estados Unidos también se retiró.

Hay otros cinco países, además de Irán, que siguen formando parte del acuerdo. El propio secretario general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) hace poco viajó a Teherán para examinar el cumplimiento del acuerdo. A pesar de que un país se haya retirado, los demás continúan.

fausto.pretelin@eleconomista.mx

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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