Proyecto de ley de inmigración probablemente no pasará de la Cámara

Una de las razones por las que los legisladores tendrán dificultades para reformar las leyes de inmigración del país es la cantidad de diferentes actores del proceso y dónde han alineado sus piezas, por así decirlo.

Para empezar, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, la principal voz conservadora de la reforma.

El martes, Rubio, el miembro más prominentemente conservador de la Banda de los Ocho en el Senado, afirmó que el proyecto de ley que él ayudó a crear probablemente no será aprobado por la Cámara de Representantes -controlada por los republicanos- sin algunos ajustes.

El proyecto de ley que en este momento ha sido promovido probablemente no pasará de la Cámara de Representantes , comentó Rubio al locutor de radio conservador, Mike Gallagher. Tendrá que ser ajustada, porque la gente tiene muchas sospechas acerca de la voluntad del gobierno para hacer cumplir las leyes, ahora y en el futuro , abundó.

Rubio estaba invitando a los conservadores a ofrecer cambios propuestos para fortalecer el proyecto de ley en lugar de tratar de hundirlo por completo. Pero, por supuesto, al tener en cuenta todos los diferentes grupos de interés que tienen una participación en el debate, los cambios provenientes de la derecha son susceptibles a causar cierta consternación en la izquierda, lo que podría complicar aún más las negociaciones.

Entonces, ¿qué pasa con los esfuerzos dentro de la Cámara? Si los conservadores allí consiguen lo que quieren, es poco probable que el Senado demócrata lo firme. El presidente del Comité Judicial de la Cámara, el republicano, Bob Goodlatte­, expuso la semana pasada que planea trazar un camino más estrecho al introducir varias propuestas de pequeña escala. Los demócratas que esperan una amplia propuesta se alarmaron al instante por esta idea.

El presidente Obama indicó en una conferencia de prensa la mañana del martes que la propuesta de la Banda de los Ocho, que entre otras cosas ofrece un camino a la ciudadanía para los inmigrantes ilegales, no es su proyecto ideal. Pero reiteró que, básicamente, lo aprueba. En cuanto a una propuesta alternativa, Obama presentó algunos requisitos específicos para lo que él quisiera se incorporara y no se quedara atrás.

¿Está haciendo que la frontera sea más segura? ¿Lidia con los empleadores en cuanto a la forma en que trabajan con el gobierno para asegurar que las personas no están siendo abusadas, o se aprovechan del sistema? ¿Estamos mejorando nuestro sistema de inmigración legal? Y ¿estamos creando un camino a la ciudadanía para los 11 millones o más de indocumentados en este país? , cuestionó el Presidente.

En otras palabras, el acuerdo tendría que ser bastante amplio.

Si una alternativa a la propuesta de la Banda de los Ocho cumple con los requisitos -abundó el Presidente-, un compromiso podría funcionar. Si no cumple con estos criterios, entonces no voy a apoyar este proyecto de ley. Así que tendremos que esperar y ver , agregó.

Obama tiene razón en la parte de esperar y ver . Los legisladores de ambas cámaras están en el comienzo del debate, no al final. Hay tiempo aún para resolver estas diversas diferencias. Pero a veces, tener más tiempo no es suficiente y algunas lagunas son demasiado anchas para puentearlas.

Los defensores de la reforma esperan que éste no será el caso en esta ocasión.