Lectura 2:00 min
Reformas y crisis de Guatemala, en la mira de la OEA
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos aprobó un paquete de reformas para la modernización y la resolución de condena a cualquier ruptura del orden constitucional en Guatemala.
Washington. La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos aprobó el lunes un paquete de reformas para la modernización y la resolución de condena a cualquier ruptura del orden constitucional en Guatemala.
Los países del continente aprobaron sin votación una propuesta del canciller argentino Héctor Timerman para apoyar la celebración de las elecciones generales el 6 de septiembre en Guatemala y llamar a actores políticos, económicos y sociales de esa nación centroamericana a ejercer un papel constructivo y equilibrado para fortalecer la democracia .
El Congreso guatemalteco eligió el viernes en sesión extraordinaria a cinco diputados que integrarán una comisión encargada de investigar y definir si se le retirará o no la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina, a quien un diputado acusa de actos de corrupción.
Multitudes de guatemaltecos han salido a las calles para pedir la renuncia de Pérez Molina desde que se desmanteló en abril una red de funcionarios y particulares que recibían sobornos de empresarios para evadir impuestos liderada por Juan Carlos Monzón Rojas, ex secretario privado de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti.
La Asamblea General también aprobó otra resolución que da luz verde a un paquete de reformas con las que el nuevo secretario general Luis Almagro aspira recobrar la credibilidad de la organización.
El ex canciller uruguayo invitó a las delegaciones a delinear el futuro de la OEA para convertirla en vanguardia frente a otras organizaciones a nivel mundial .
Durante la reunión anual, que incluyó a casi 20 cancilleres del continente, Almagro dijo que la legitimidad de la institución debe devenir de una defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos, los cuales están por encima de tiendas políticas .
La OEA, que celebra la Asamblea General en su sede de la capital estadounidense después de que Haití retirara su oferta para fungir como país sede, enfrenta una precaria situación financiera, la proliferación de otros bloques que reclaman influencia propia en la región, que le ha dificultado fijar posición en temas sensibles.