Lectura 3:00 min
Reino Unido intentará violar el derecho internacional
Johnson presentará un acuerdo de ley para modificar lo pactado con la UE; desea que Irlanda del Norte quiebre el mercado común.
Londres. El gobierno británico se declaró decidido el día de ayer 8 de septiembre, a revisar disposiciones del acuerdo de Brexit, en vigor desde enero, reconociendo que representa una violación “específica y limitada” del derecho internacional, en un momento crítico en que intenta cerrar tratados comerciales con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
El Reino Unido inició ayer 8 de septiembre, la octava ronda de negociación comercial con Bruselas con el objetivo cada vez más difícil de alcanzar un acuerdo antes de finales de año.
El primer ministro, Boris Johnson, amenazó la víspera con abandonar la negociación si esta no da resultado a mediados de octubre, lo que desembocaría en una brutal salida británica de la Unión Europea (UE) cuando el periodo de transición posbrexit toque su fin el 31 de diciembre.
Y en previsión de que eso ocurra, hoy presentará a la Cámara de los Comunes un proyecto de ley que modifica las disposiciones recogidas en el Acuerdo de Retirada, un tratado internacional en vigor desde el 31 de enero, en lo relativo a Irlanda del Norte.
Vuelve así al parlamento de Westminster el viejo problema imposible del Brexit: cómo mantener las reglas del mercado común europeo para Irlanda del Norte, con el objetivo de no imponer una frontera con la vecina República de Irlanda, sin separarla administrativamente del resto del país.
Preocupado por el posible daño a la reputación del Reino Unido, el diputado conservador Bob Neill preguntó el día de ayer 8 de septiembre, al ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, si la modificación incurría en una violación de la ley internacional.
“Diría que sí, que viola el derecho internacional de una manera específica y limitada”, reconoció Lewis, justificando que existen “precedentes claros en que el Reino Unido y otros países necesitaron reconsiderar sus obligaciones internacionales debido a un cambio de circunstancias”.
“Consecuencias” más allá de la UE
Por el Tratado de Retirada, si no hay acuerdo comercial entre Londres y Bruselas los productos que pasen a partir del 2021 de Gran Bretaña a Irlanda del Norte serían sometidos a controles aduaneros y aranceles, la empresas de la provincia tendrían que rellenar declaraciones de aduanas para vender al resto del Reino Unido y se podría aplicar a las empresas británicas que vendan en el mercado norirlandés las limitaciones europeas de subvenciones estatales.
Son consecuencias “inesperadas” que no vio cuando firmó el tratado hace un año, afirma Johnson. Pero los diputados norirlandeses -que votaron en bloque contra el acuerdo- afirman haber alertado en su momento y acusaron al controvertido primer ministro de utilizar la paz en Irlanda como moneda de cambio.
“Necesitamos ver más realismo de la UE sobre nuestra condición de país independiente”, afirmó el negociador jefe británico, David Frost.