Lectura 3:00 min
República Checa teme una explosión de obesidad infantil por la pandemia
La República Checa estimaba que su población infantil con algún grado de obesidad rondaba el 20% previo a la aparición de la Covid-19, pero la cifra se habría elevado hasta el 60% por el confinamiento sanitario.
Praga.- Dana Gavrinevova, profesora de deportes en una escuela secundaria de Praga, observa con angustia a sus alumnos, obligados a recibir clases a distancia, sumergidos cada vez más en el letargo y aumentando de peso.
Los expertos checos, como los de muchos otros países, están alertando ante la creciente evidencia de que el confinamiento ha convertido la obesidad infantil en una norma tras el cierre de escuelas desde octubre.
"Es realmente horrible. Algunos niños no han salido de sus hogares durante semanas. Solamente se levantan y encienden sus computadoras", dijo Gavrinevova a la AFP.
Zlatko Marinov, experto en obesidad infantil del Hospital Motol de Praga, ve que se avecina una verdadera crisis.
Según él, la proporción de niños clasificados con sobrepeso se mantuvo "estable" antes de la pandemia, alrededor del 25% y de ellos, un 60% considerado como obesos.
"Ahora estas proporciones aumentarán, el 80% de los niños con sobrepeso serán obesos y tememos que sea una obesidad grave con complicaciones metabólicas", estime Marinov.
Cerrar las escuelas es un "error"
República Checa registra el mayor número de nuevas infecciones por cada 100,000 habitantes en los últimos 14 días, y en tasa de mortalidad es el segundo después de su vecina Eslovaquia, según un recuento de AFP.
El gobierno, que reporta cerca de 1.2 millones de casos de contaminación y cerca de 20,000 muertes, ha cerrado restaurantes y la mayoría de tiendas, pero también centros deportivos y escuelas, a excepción de los jardines infantiles y del primero y segundo año de primaria.
"La disminución de la actividad física de niños y adultos debido a las restricciones gubernamentales es clara", dijo Jiri Suchy, profesor de pedagogía deportiva en la Universidad Carlos de Praga.
Según él, el gobierno cometió un "error" al cerrar las escuelas y alentar a los residentes a quedarse en casa.
"La prohibición de las clases de deporte, los deportes en equipo y el entrenamiento claramente tiene un impacto nefasto en la forma física... de niños y jóvenes", le dijo Suchy a la AFP.
¡"Al menos vayan a pasear a su perro!"
UNICEF advirtió en su reporte mundial sobre el estado de la infancia de 2019 que la obesidad infantil sigue aumentando, y que la proporción de niños con sobrepeso de 5 a 19 años aumentó del 10% a casi el 20% entre 2000 y 2016.
Estos niños tienen un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, de ser estigmatizados, de depresión y de obesidad en la edad adulta.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad como los problemas cardiacos y la diabetes, se encuentran entre las causas más comunes de muerte o incapacidad para trabajar en los países desarrollados.
El gobierno checo tenía previsto reabrir las escuelas a partir de marzo, pero tras el aumento de la contaminación cambió de opinión.
"Los niños deben volver a la escuela lo antes posible, con medidas de seguridad pero con actividades deportivas", dijo Marinov.
Los niños, que se encuentran en constante evolución, "nunca aprenderán una actividad física razonable en casa".
Gavrinevova obliga a sus estudiantes a estirarse frente a sus computadoras y filmarse a sí mismos en bicicleta, patinando o esquiando, como una forma de reemplazar las clases deportivas que no reciben.
"Pero muchos no entienden por qué deberían estar haciendo esto, así que al final les pido que se levantes y al menos vayan a pasear a su perro", se lamenta.