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Riesgos en seguridad requieren nueva ONU
Los recientes fracaso que ha tenido el Consejo de Seguridad frente a varios conflictos bélicos en el mundo obligan a realizar una reforma profunda en el funcionamiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU), coinciden diversos especialistas latinoamericanos y europeos reunidos en un foro internacional.
Barcelona. Los recientes fracaso que ha tenido el Consejo de Seguridad frente a varios conflictos bélicos en el mundo obligan a realizar una reforma profunda en el funcionamiento de la Organización de Naciones Unidas (ONU), coinciden diversos especialistas latinoamericanos y europeos reunidos en un foro internacional.
“Israel ha roto de facto puentes diplomáticos con Naciones Unidas y esto se traduce en bloqueos constantes de países como Estados Unidos al ser su gran aliado”, comenta Pere Esteban catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En el semanario que lleva por título “Reforma de la ONU frente a los riesgos geopolíticos del siglo XXI”, participaron más de 40 especialistas sobre relaciones internacionales.
John Claroy, doctor en Derecho por la Universidad Católica de Lovaina fue más a fondo al señalar que una reforma profunda de la ONU “debería de iniciar con el cambio de la sede a otro país”, porque “más allá de que el territorio donde se encuentra su sede se considere territorio no estadounidense, no deja de ser Nueva York”.
Cuestionado por sus palabras, Claroy mencionó que “los graves problemas bélicos que ocurren en el mundo, y que seguramente escalarán en el corto plazo, por ejemplo entre China y Taiwán, obligan a tomar decisiones radicales para que la ONU gane confianza en el mundo”.
“Al no asegurar la paz en el mundo, la ONU debe de reforzarse como órgano multilateral y eso le obliga a reformar su Consejo de Seguridad”, indicó Jordi Bacaria del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).
“Países como Brasil y México deberían de tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad”, comentó luego de haber explicado lo que para él sería un nuevo funcionamiento para evitar el veto entre los cinco miembros permanentes.
