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Rusia impone multa a Google de 360 millones de dólares por no borrar contenidos sobre Ucrania
Un tribunal de Moscú multó al gigante estadounidense con 21,000 millones de rublos por no retirar contenidos que denunciaban la ofensiva en Ucrania, según informó el organismo de control de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor.
Un tribunal de Moscú multó este lunes al gigante estadounidense Google con 21,000 millones de rublos (unos 360 millones de dólares) por no retirar contenidos que denunciaban la ofensiva en Ucrania, según informó el organismo de control de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor.
La agencia dijo que la plataforma de vídeos YouTube, propiedad de Google, no había bloqueado "la información falsa" sobre la ofensiva en Ucrania ni tampoco los contenidos que "propagan el extremismo y el terrorismo" o que "llaman a los menores a participar en manifestaciones no autorizadas".
Se trata de una condena recurrente. De acuerdo con la ley, la empresa fue sancionada en función de "su facturación anual" en Rusia, señaló Roskomnadzor.
En los últimos años, las autoridades rusas han aumentado la presión sobre las principales compañías digitales occidentales, con multas y amenazas sistemáticas, con la esperanza de silenciar las críticas en Internet, uno de los espacios de libre expresión en Rusia.
Sin embargo, como la mayoría de los gigantes tecnológicos occidentales, Google abandonó el mercado ruso para denunciar la ofensiva militar en Ucrania.
Citado por la agencia de noticias Ria-Novosti, un experto en el sector, Vladimir Zykov, indicó que esta ha sido la multa más elevada jamás impuesta a una empresa de alta tecnología en Rusia.
Para Zykov, las autoridades rusas pueden imponer a Google "cuantas multas quieran, no recibirán ningún dinero" porque la empresa estadounidense ha cesado sus actividades en Rusia y ya no obtiene ganancias allí. Por el momento, Google no ha reaccionado ante esta multa histórica.
Roskomnadzor acusó a Google y YouTube de actividades "terroristas" en marzo, presagiando un posible bloqueo del sitio en Rusia, como lo han hecho Twitter, Instagram y muchos medios independientes desde el ataque en Ucrania.
Las autoridades rusas han reforzado fuertemente el arsenal legal para controlar la comunicación sobre la operación militar, amenazando con penas de hasta 15 años de prisión a quienes difundan "información falsa" sobre el ejército ruso. En la actualidad, varias personas se encuentran en la cárcel por dichos cargos.