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San Miguel de Los Lotes queda devastada por la erupción
La esperanza de encontrar sobrevivientes ha quedado sepultada por la arena aún incandescente.
Escuintla. “¿¡Hay alguien que necesite ayuda!?”, gritan socorristas este lunes en una comunidad del sur de Guatemala con la esperanza de encontrar a sobrevivientes en medio de la devastación que dejó la potente erupción del Volcán de Fuego, con la muerte hasta ahora de 65 personas.
Bomberos, soldados y policías se abren paso entre los techos de decenas de casas arrasadas por el deslave de lodo y ceniza ardiente que el domingo provocó el pánico en la pequeña comunidad de San Miguel Los Lotes, en la ciudad de Escuintla, 35 km al sur de la capital.
Mientras la búsqueda continuaba en las zonas devastadas, en la plaza del pueblo indígena contiguo de San Juan Alotenango siete féretros de cuatro menores y tres adultos eran velados con un crucifijo y altares de flores.
“Aunque nos duela aceptarlo, es la voluntad de Dios”, dijo Ana Celada, tía de las niñas Jenifer y Mildred Morales de tres y seis años que murieron en la aldea El Porvenir. Por recomendación de autoridades sanitarias, las víctimas serán sepultadas en las próximas horas en el cementerio local.
En Los Lotes, Eufemia García de 48 años rompe en llanto al enumerar a una decena de miembros de su familia, entre ellos sus tres hijos, que quedaron atrapados al momento que el deslave tomó por sorpresa el caserío.
“Yo quería regresar por ellos, yo quería regresar”, repite la afligida mujer de 48 años frente a una ambulancia.
A pesar de la insistencia de los socorristas por encontrar indicios de vida, los esfuerzos parecen en vano ante la magnitud del desastre; al menos tres cuerpos calcinados estaban dispersos en un callejón y el patio de una vivienda.
Detrás de la contabilidad de muertos y heridos vendrá la correspondiente a la economía.
La erupción habría afectado 0.9% de la producción nacional de café, equivalente a 29,440 sacos de 60 kilogramos, según estimaciones divulgadas por la asociación nacional de productores Anacafé.
Peña Nieto muestra solidaridad
“Toda nuestra solidaridad y apoyo al presidente @jimmymoralesgt y al pueblo guatemalteco por la pérdida de vidas humanas tras la erupción del Volcán de Fuego. A través de @PcSegob, hemos ofrecido asistencia para enfrentar esta contingencia”, dio a conocer el Ejecutivo federal en su cuenta de Twitter @EPN.
Se tuvieron que fijar zonas de evacuación
París. El geólogo David Rothery, de la Open University de Inglaterra, cree que debería haberse definido una zona de evacuación en el Volcán de Fuego.
El volcán, con una altitud de 3,763 metros y situado a 35 km al suroeste de la capital, Ciudad de Guatemala, entró en erupción el domingo.
¿Qué sucedió?
Por lo general, el volcán de Fuego no produce largas y fluidas columnas de lava como por ejemplo las que vierte actualmente el Kilauea, en Hawai.
Los videos y las fotos que he visto sugieren una o varias columnas piroclásticas. Estas últimas se producen cuando los fragmentos de rocas y gas caliente eyectados por el volcán en erupción son demasiado densas para elevarse como una columna de ceniza. Por ello, se extienden en cascada por las laderas del volcán.
Estas columnas pueden desplazarse a más de 100 km/h, mucho más rápido y mucho más lejos que las de lava.
Este tipo de columna destruyó Pompeya en la erupción del Vesubio, en el 79 d. C.
¿Por qué no se previó esta erupción?
No lo sé. El volcán de Fuego registra una fase eruptiva desde el 2002, y en el 2017 estuvo en actividad de forma continuada.
El 17 de mayo, un lahar (un flujo fangoso) de 25 metros de largo descendió por la ladera del volcán, y entre el 19 y el 21 de mayo se observaron explosiones y nubes de cenizas volcánicas. Quizás habría sido juicioso definir una zona de evacuación alrededor del volcán.
¿Qué puede pasar ahora?
La erupción terminó, pero que los lahars todavía representan un peligro.