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Geopolítica

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Senadores republicanos entierran proyecto migratorio de Biden

El control que sobre el partido tiene Trump deja en el aire solución a la crisis migratoria esperando el inicio de la nueva administración.

Washington. El Senado de Estados Unidos enterró ayer el acuerdo migratorio bipartidista, que se encontraba bajo fuego del ala dura de los republicanos y sobre todo del expresidente Donald Trump.

Un grupo de demócratas y de republicanos tardaron meses en negociar este proyecto del ley con el gobierno del presidente Joe Biden.

Por 49 votos a favor y 50 en contra, el Senado no aprobó un paquete bipartidista de 118,000 millones de dólares que endurecería las leyes de inmigración, ayudaría a Ucrania a luchar contra una invasión rusa y reforzaría a Israel en su guerra contra Hamás.

La medida necesitaba 60 votos para avanzar, en la cámara, que los demócratas controlan por un margen de 51-49.

Durante meses, los republicanos han insistido en que cualquier ayuda adicional a los dos aliados de Estados Unidos debe abordar también el elevado número de inmigrantes que llegan a la frontera que comparte con México, una de las principales preocupaciones de los votantes.

Pero muchos republicanos rechazaron el paquete cuando se dio a conocer el domingo, a pesar de que contenía muchas de sus prioridades. El expresidente Donald Trump les ha presionado para que rechacen cualquier compromiso con vistas a la campaña para derrotar al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.

El voto de ayer miércoles ya estaba abocado al fracaso, pero el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, se ha empeñado en llevarlo a cabo para que quede constancia de la oposición de los republicanos al texto.

La senadora independiente Kyrsten Sinema, otra de las autoras del acuerdo, dijo estar desconcertada por el repentino cambio. "Hace tres semanas, todo el mundo quería resolver la crisis fronteriza", dijo. "Ayer, nadie lo hizo".

Texas, plataforma trumpista

El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, afirma que, gracias a que militarizó un parque en la frontera sur de Estados Unidos con México, a orillas del río Bravo, los cruces ilegales de migrantes por esa zona son mínimos. Pero, 8 km al noroeste, medio centenar de personas acaba de atravesarla.

Es la mañana del domingo y una niña que no supera los 10 años abriga sus manos bajo las mangas de su casaca para protegerse de la brisa helada que corre. Llora en silencio. Su hermano, un poco mayor que ella, le seca las lágrimas.

Ocurre cerca del Parque Shelby, en la ciudad de Eagle Pass, una zona de 19 hectáreas que el gobernador republicano militarizó para frenar el masivo ingreso de migrantes y que se convirtió en epicentro del asunto.

El gobierno del demócrata Joe Biden demandó a Abbot por apoderarse del parque, que tiene una rampa de acceso al río, y por tender alambres de púas en parte de la ribera sin considerar que la frontera es de jurisdicción federal.

Pero Abbott acusa a Biden de no actuar ante la crisis migratoria reinante y permitir una "invasión".

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