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Siria destruyó plantas de armas químicas
La destrucción del sistema de producción de armas químicas supone un éxito para la comunidad internacional, que tiene en dificultades para organizar una conferencia de paz tras 32 meses de guerra civil.
Beirut. Siria ha destruido sus instalaciones de producción de armas químicas, afirmaron ayer inspectores internacionales, un hecho que marca un paso importante en la compleja tarea de librar al país de las armas de destrucción masiva.
La declaración se produjo un día antes de la fecha límite, establecida el 1 de noviembre, al tiempo que el equipo supervisado por los inspectores se labró un ambicioso programa para la destrucción de todo el arsenal químico de Siria a mediados del año próximo, un proceso mucho más rápido que los esfuerzos similares en otros países e implementados en el medio de una guerra civil.
Expertos en armas describieron la declaración como un hito; no obstante, advirtieron que aún hay obstáculos en el trabajo más difícil por delante: destruir los agentes tóxicos y sus precursores químicos, algunos de los cuales se espera que sean destruidos en el extranjero. Siria ha declarado poseer 1,290 toneladas de agentes químicos y precursores, según la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que tiene la tarea de supervisar el proceso de destrucción.
Los inspectores confirmaron hoy que el gobierno de la República Árabe Siria ha completado la destrucción de equipos críticos en la totalidad de sus instalaciones de producción de armas químicas declaradas, así como en las plantas de mezclado y llenado, dejándolas inutilizables , expuso la OPAQ a través de un comunicado.
El proceso inició en septiembre, cuando Rusia negoció un acuerdo en el que Siria accedió a renunciar a su arsenal químico, después de que el gobierno de Obama amenazó con emprender acciones militares en contra del gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad. La amenaza se produjo en respuesta a los ataques ocurridos en agosto, al parecer con gas sarín, en contra de civiles en los bastiones rebeldes en las afueras de Damasco.
La destrucción de los equipos de mezcla y las ojivas de misiles vacías se inició en la primera semana de octubre, con objetos relativamente simples, como sierras y sopletes de alta velocidad.
La destrucción del equipo pudo haber sido la parte fácil , dijo Karl Dewey, un analista de proliferación de IHS Jane, una consultora de defensa y seguridad.
Hoy en día, las reservas de armas químicas del país permanecen ahí y deben ser destruidas. Aún falta encontrar un país huésped para que esto pueda ocurrir. Problemas de transporte y seguridad deben abordarse, especialmente teniendo en cuenta los problemas de seguridad , abundó.
