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Ted Kennedy, el mejor legislador de nuestro tiempo: Obama
El presidente Barack Obama recordó al senador Edward M. Kennedy, quien -dijo-, encabezó lo más parecido a la nobleza estadounidense en las tragedias y triunfos de una gran familia.
El presidente Barack Obama recordó el sábado al ``mejor legislador de nuestro tiempo'', en la eulogía que pronunció tras un funeral de dos horas por el senador Edward M. Kennedy, quien ocupó su banca durante casi medio siglo y que encabezó lo más parecido a la nobleza estadounidense en las tragedias y triunfos de una gran familia.
Obama recurrió al humor, sus propias experiencias y anécdotas en la eulogía del senador, fallecido el martes a los 77 años tras sufrir cáncer cerebral durante más de un año.
El país podría haberlo visto como el ``heredero de un pesado legado'', dijo Obama, pero era familiarmente conocido como el más joven de los Kennedy con el cariñoso apodo de ``El gran queso''.
``La tarea en esta vida de Ted Kennedy no fue defender a los acaudalados o poderosos, ni las conexiones especiales'', dijo Obama. ``Fue dar voz a los que no eran escuchados, agregar un peldaño a la escalera de la oportunidad, hacer real el sueño de nuestra fundación''.
El presidente dijo que ``aunque son los ingentes e históricos logros de Ted Kennedy los que serán recordados, es su generoso corazón el que echaremos de menos''.
Al funeral en la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro acudieron tres de los cuatro ex presidentes estadounidenses con vida, decenas de familiares de Kennedy, legisladores y ex legisladores y centenares de personas más.
Siete sacerdotes, 11 portadores del féretro y 29 portadores de honor figuraron entre los presentes. Cantó el temor español Plácido Domingo acompañado por el celista Yo-Yo Ma.
Horas antes, el ataúd de Kennedy cubierto con la bandera estadounidense _ llevado por ocho miembros de una guardia militar de honor _ fue envuelto en plástico debido a la lluvia que caía cuando fue sacado de la biblioteca presidencial de su hermano y colocado en un vehículo para ser trasladado a la basílica.
Su viuda, Victoria, cerró sus ojos lentamente y pareció contener las lágrimas, cubierta bajo un paraguas. La familia efectuó antes una plegaria breve y privada en la biblioteca.
La ruta de la caravana motorizada estaba jalonada de personas y algunas de ellas empuñaban carteles lacónicos, como uno que decían simplemente ``Kennedy-Gracias''. Otra agitó un corazón rojo de papel.
``Recibimos el cuerpo de nuestro amigo'', dijo un sacerdote cuando el ataúd entró en la basílica.
Entre los invitados al servicio figuraron el astro de los Celtics de Boston Bill Russell, el actor Jack Nicholson y el juez de la Corte Suprema Stephen Breyer, que fue ayudante de Kennedy, entre otros.
En las primeras horas de un sábado lluvioso, Obama cruzó la calle desde su hotel en Boston a aquél donde se aloja Victoria Kennedy, la viuda del senador difunto y conversó con ella durante unos 10 minutos.
Obama pasó 15 minutos en el hotel Fairmont Copley Plaza, donde un piso está decorado con fotos de la familia Kennedy. El hotel fue el cuartel general de la familia durante la convención nacional demócrata de 2004.
/doch