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Geopolítica

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Un algoritmo legal contra el odio en Alemania

Una ley obliga a Twitter y a Facebook a borrar mensajes considerados como crimen de odio

Berlín. Cuando la profesora de alemán y escritora de libros académicos Bahar Aslan, de 32 años, utilizó Twitter la semana pasada para acusar a las autoridades de no hacer el esfuerzo suficiente para investigar un presunto asesinato de rasgos xenófobos cometido por agentes de la policía, difícilmente pensó que, al hacerlo, sería acusada de violar la ley. Y seguramente no lo pensó por tomar en cuenta que la libertad de expresión está consagrada en la Constitución alemana.

Su tuit fue borrado y Aslan asegura que la empresa Twitter le envió un mensaje diciéndole que había violado la ley al haber cometido un delito tipificado como crimen de odio.

Aslan no estaba sola. Ella y cientos de otros usuarios afectados de las redes sociales han expresado sus críticas y preocupaciones sobre la censura que impone la nueva y controvertida ley de redes sociales que entró en vigencia el 1 de enero. Originalmente concebida para luchar contra los crímenes de odio en línea, se ha convertido rápidamente en un excelente ejemplo de una ley bien intencionada que salió mal aplicada, aseguran sus críticos.

Sin embargo, el gobierno alemán continúa presumiendo sus esfuerzos para articular una ley entre la que consideran una de las más progresistas del mundo para combatir el aumento de crímenes de odio en Internet, incluidas la difamación y las amenazas verbales.

En el ojo del huracán de las tensiones entre Facebook o Twitter con el gobierno alemán, florecen las diferencias fundamentales sobre el papel que juegan las redes sociales en la esfera pública.

¿Plataformas públicas o privadas?

Mientras que el gobierno alemán argumenta que las redes sociales pertenecen a compañías privadas, por lo que deberían ser responsables de eliminar las observaciones ilegales que la Justicia señala sobre sus plataformas, Facebook y Twitter se consideran plataformas públicas. Temen que el gobierno alemán esté privatizando la aplicación de la ley en línea y la ponga en manos de compañías mal equipadas para regular lo que la gente publica.

“Las redes sociales no son organizaciones de caridad que garantizan la libertad de expresión”, dijo Gerd Billen, subsecretario del Ministerio de Justicia y Protección al Consumidor de Alemania. Las redes sociales, dijo, tienen que cumplir con la ley alemana y no sólo con sus propias reglas.

“No podemos aceptar de manera natural el hecho de que las noticias falsas afecten nuestras elecciones democráticas o que los crímenes de odio (en línea) envenenen nuestro discurso público”, dijo Billen.

La ley obliga a las principales redes sociales a borrar comentarios o publicaciones de los usuarios si se consideran ilegales y ofensivos, en menos de 24 horas.

Las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram ahora enfrentan a multas de la Justicia alemana en caso de que no cumplan con lo dispuesto.

La legislación se aprobó en medio de un entorno donde el discurso de odio se ha incrementado; los casos reportados se multiplicaron por tres en los últimos tres años. También en el entorno pesan las quejas por parte de las autoridades sobre la imposibilidad de atender un volumen cuantioso de demandas.

Las publicaciones que no eliminan Twitter, Facebook y otras redes sociales en varios países sí son borradas dentro de Alemania.

Críticos como la ONG Reporteros sin Fronteras temen que las redes sociales no sólo eliminen los mensajes que propaguen el discurso de odio, como las amenazas de muerte o la difamación. Los detractores de la ley creen que las redes sociales afectadas por la ley opten por eliminar mensajes insignificantes con tal de no ser multadas por la Justicia. Twitter y Facebook negaron esas acusaciones, pero evitaron hacer comentarios sobre casos específicos.

“Facebook no apuesta por una estrategia encaminada a eliminar más de lo necesario. Estamos trabajando arduamente para implementar la ley de buena fe”, dijo un vocero de la empresa.

Sin embargo, las redes sociales afectadas por la nueva ley reconocen que el plazo de 24 horas obliga a sus equipos legales a tomar decisiones rápidas.

Avance significativo

El gobierno alemán desataca un sustancial avance en la nueva ley, refiriéndose en particular a que anteriormente no podía solicitar la eliminación de contenidos. Ahora sí. “Twitter sólo eliminaba alrededor de 1% del contenido de odio (en promedio), hasta el año pasado”, dijo el subsecretario Billen.

Las principales redes sociales como Facebook y Twitter han reconocido algunos fracasos en el pasado; sin embargo, enfatizaron que, de manera voluntaria, intensificaron sus esfuerzos para combatir el odio en sus plataformas.

Para los usuarios a quienes se les han borrado mensajes y que piensan que fueron injustamente tratados por la ley, no existe una manera fácil de apelar la decisión, a menos de que opten por tomar el riesgo de ir a un juicio. El gobierno alemán ha propuesto que las redes sociales instalen organismos de autorregulación que recojan las quejas sobre el contenido eliminado. Esta idea, sin embargo, hasta ahora ha encontrado poco apoyo con Facebook y Twitter, que argumentan que sería responsabilidad del gobierno presentar tales mecanismos.

“Siento que hay un gran desacuerdo entre las redes sociales y la legislación alemana sobre la frontera donde termina la libertad de expresión”, dijo Aslan.

Aslan se siente incapaz de protestar por la decisión que tomó Twitter de eliminar sus reclamos sobre lo que ella consideró un crimen xenofóbico por parte de la policía. Así que lo único que ha podido hacer es criticar a la red social.

“Twitter censuró u ocultó este comentario en Alemania, y no puedo explicar por qué”, escribió en su cuenta.

En pocas palabras, la impotencia sobre lo inexplicable.

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