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Geopolítica

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Xi Jinping: China no permitirá que fuerzas extranjeras la intimiden

En un discurso cargado de simbolismos patrióticos, el presidente celebra en la plaza de Tiananmen el centenario del Partido Comunista.

Pekín. Una bandera surca el cielo de Pekín, ornada con la hoz y el martillo. Al iniciarse un desfile aéreo, el símbolo no puede ser más claro: el Partido Comunista, que conmemora su centenario, quiere seguir guiando los destinos de China.

Bajo aquel cielo, decenas de miles de espectadores cuidadosamente elegidos, congregados en la inmensa plaza de Tiananmen, aclaman al paso de la gigantesca bandera, llevada por un helicóptero.

La ceremonia del aniversario de los 100 años del Partido Comunista de China (PCC), en el poder ininterrumpidamente desde 1949, acaba de empezar.

El acontecimiento es para el régimen chino una ocasión para exhibir sus logros, desde su fundación clandestina en julio de 1921 en Shanghái en la exconcesión francesa.

Las autoridades chinas, expertas en el manejo de las muchedumbres, han ideado una puesta en escena a lo grande.

Tras el vuelo de la bandera, la cifra "100" aparece en el cielo, formada por una treintena de helicópteros. Luego surgen los aviones de combate, y después una patrulla acrobática que deja una estela multicolor sobre la capital china.

La plaza Tiananmen y sus 440,000 m2 está atravesada por una inmensa alfombra roja, sobre la cual avanzan con paso marcial militares de las tres armas, impecablemente alineados.

Cuando suenan 100 cañonazos, los hombres van a izar la bandera sobre un asta plantada frente a la puerta de Tiananmen. Desde esta tribuna, donde el fundador del régimen, Mao Zedong, proclamara la República popular, Xi Jinping va a hablar.

Camaradas comunistas

El secretario general del PCC inicia su discurso con un tono lento y grave.

"Camaradas, queridos amigos...", intercala su discurso con referencias comunistas, y asegura que el marxismo sigue siendo la brújula del país, pese a las radicales reformas llevadas a cabo en los últimos 40 años gracias a la economía de mercado.

"El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1,400 millones de chinos", dijo, frente a una multitud de jóvenes.

"El pueblo chino se ha levantado" y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es "irreversible". Un fuerte patriotismo y reflexiones indirectas hacia Occidente marcaron este jueves el discurso del presidente Xi Jinping con motivo del centenario del Partido Comunista.

"¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!", dijo Xi en la Puerta de Tiananmen, desde donde su lejano predecesor Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.

Tras hacer referencia a las guerras del Opio, el colonialismo occidental y a la invasión japonesa, Xi Jinping alabó al Partido Comunista de China (PCC) por mejorar el nivel de vida y restablecer el orgullo nacional.

“China se proclama cada vez más una superpotencia. Xi Jinping envía un mensaje fuerte a Occidente: cualquier iniciativa de cortar el paso a China está destinado al fracaso", dice Willy Lam, profesor en la universidad china de Hong Kong.

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