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Geopolítica

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Yves Saint Laurent, el “genio frágil”. ¿Por qué insisten en retratarlo así?

La más reciente cinta sobre el aclamado diseñador retrata un hombre melancólico y ofrece una visión más matizada de la vida al interior del taller.

El personaje más simpático en la última película sobre Yves Saint Laurent es Moujik - su bulldog francés. Mujik se desploma después de haber metido inocentemente el hocico en un montón de pastillas que el diseñador ha derramado en el suelo después de una noche llena de drogas con su amado compañero de juegos sexuales Jacques de Bascher. Mientras que los dos hombres se encuentran inconscientes en diversos grados de desnudez, la sobredosis mortal del pobre can es retratada en la pantalla de una manera triste, grotesca y terriblemente prolongada. Lo mismo podría decirse de la película en sí.

Saint Laurent , es una laboriosa película biográfica de 150 minutos que se centra en la vida del reconocido diseñador, durante gran parte de la década de 1970, cuando se encontraba en el punto culminante de su influencia y fama. En su mejor momento, Saint Laurent ayudó a modernizar los armarios de las mujeres con colecciones inspiradas en las artes visuales, el ballet y la cultura urbana. Popularizó los pantalones para las mujeres. Las animó a relajarse en su propia piel. Y se hace famoso al crear la versión del esmoquin femenino, que poco a poco cocinó el erotismo de la androginia.

La obra de Saint Laurent ayudó a establecer mucho del vocabulario de la moda moderna. Él era un diseñador para las celebridades, disfrutaba de la vida nocturna de la época con su grupo de amigos, posaba desnudo para promocionar su propia fragancia y construyó una red de licencias para expandir su marca. Dentro de la industria, fue aclamado como un genio.

Pero Saint Laurent fue también un depresivo que abusaba de sustancias, cuyas relaciones, aunque apasionadas, podían estar llenas de hostilidad, permitiendo tanto la pasividad como la confusión. Se le ha descrito como frágil , lo que sugiere que podría romperse fácilmente. Pero él condujo a muchos a su alrededor a la distracción, causando más de una herida psíquica en su socio profesional e íntimo, Pierre Bergé, su personal y sus amigos. En última instancia, como es retratado, él era el peligro más grave para sí mismo.

Saint Laurent sigue los pasos de otra película biográfica, Yves Saint Laurent , lanzada el verano pasado. Esa versión de la vida del diseñador fue defendida por Bergé. Esta tenía el apoyo de la firma Kering, que ahora es dueña de la marca Saint Laurent. La más reciente película ofrece una versión más matizada de la vida al interior del taller - la jerarquía, el flujo de trabajo, las presiones, y el trabajo en equipo - mientras explora su relación con sus patrocinadores estadounidenses. La cinta anterior le dio al público una mejor idea de las prendas que lo hicieron famoso.

Ninguna de las dos películas, sin embargo, ofrece un retrato particularmente favorecedor del diseñador. Él es despreciable, narcisista y tedioso en ambos casos. Cada película expone su estilo de vida libertino, que fue marcado por el consumo de drogas y el sexo indiscriminado. Saint Laurent , sin embargo, es mucho más despiadada en su descripción de la obsesión del diseñador con De Bascher y sus citas anónimas nocturnas, que finalmente lo dejaban golpeado y sangriento.

Saint Laurent no es exactamente divertida, pero ciertamente muy oportuna. La marca se encuentra en medio de un resurgimiento bajo la dirección del diseñador Hedi Slimane. Él ha aprovechado el libertinaje juvenil para crear colecciones inspiradas en la calle que hablan de conciertos de rock, festivales de música y bandas indie estridentes, mientras mantiene la vista en el poder comercial de los básicos del buen corte, como chaquetas de cuero de motociclista, chaquetas de esmoquin y playeras de seda. Después de más de una década de débiles ventas, Slimane ha sido capaz de dar a la marca la sacudida creativa necesaria para provocar un renacimiento económico significativo. Bajo la dirección de Slimane, Saint Laurent ha experimentado un crecimiento de dos dígitos, y ha reportado un incremento de 21.2% en sus ingresos del primer trimestre, respecto del 2014.

Tanto estética como culturalmente, este es el momento para Saint Laurent. Es un espacio oportuno para contar la historia del diseñador, para ofrecer a la audiencia una idea de su proceso creativo, para descifrar su personalidad. Pero su versión en la película parece estar siempre encerrado en una caricatura en particular - la fragilidad, del genio roto. Estos pueden ser aspectos de su personalidad, pero por sí solos no ayudan a la audiencia a entender al hombre que inspiró tal lealtad entre sus amigos y tal fidelidad de Bergé. ¿Sería miedo al caos y a la convulsión financiera lo que se desataría si el ideal de mundo de Saint Laurent se rompiera y la realidad lo inundara? La madre de Saint Laurent declaró que él era tan mimado que ni siquiera sabía cómo cambiar una bombilla. Él respondió que ese no era un problema, pues simplemente se sentaba en la oscuridad hasta que llegara Bergé a casa a cambiarlo. ¿Quién es el mayor culpable? ¿El hombre que se sienta en la oscuridad? ¿O el que se apresura a casa para encender las luces?

Hay un sinnúmero de escenas que muestran a un melancólico Saint Laurent mirando a lo lejos, tambaleándose por un pasillo o mirando con tristeza a un bloc de dibujo. Aquellos que lo rodean parecen definir esta melancolía inestable como parte del proceso del diseñador o un capricho de su personalidad. O tal vez algún defecto que se puede solucionar con unas bonitas y largas vacaciones.

La moda está llena de almas creativas que se encuentran en su mejor momento cuando se les mima. Al ver a Saint Laurent desenvolverse, uno no puede dejar de pensar en los diseñadores Alexander McQueen y John Galliano y su trágica perdición recientemente mostrada en el libro de Dana Thomas Dioses y Reyes . ¿Es evidencia temprana de sus angustias ignoradas o desatendidas porque se ajustaban tan cómodamente al estereotipo?.

Saint Laurent lo deja claro, la moda es un negocio. Las costureras en el taller, los concesionarios, los inversores confían en la clara visión del diseñador. Y si es necesario, también mantendrán al diseñador afianzado y protegido. Su sustento depende de él. El negocio de la moda no deja de funcionar debido a la adicción y depresión de un solo hombre. No puede. Pero si hay alguna lección de la defectuosa Saint Laurent, es que el genio frágil es un cliché destructivo que oculta una gran cantidad de enfermedades mortales.

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