Lectura 2:00 min
Aranceles, palabra que no le gusta a Macron
La relación entre los presidentes de Francia y Estados Unidos quedaron marcadas en el pasado por el “polémico” saludo de mano que parecía interminable y con el ánimo de una competencia: quién apretaba más la mano del otro.

Emmanuel Macron.
Washington. La relación entre los presidentes de Francia y Estados Unidos quedaron marcadas en el pasado por el “polémico” saludo de mano que parecía interminable y con el ánimo de una competencia: quién apretaba más la mano del otro.
Ayer, se volvieron a reunir. Abordaron el tema de la guerra en Ucrania y el de los aranceles, principalmente.
La guerra de los aranceles declarada por Trump es sin duda el mecanismo de presión más efectivo en la historia reciente por parte de un líder político. Y lo seguirá haciendo no solo a Francia y a la Unión Europea, también a México y Candá.
Al finalizar su reunión en el Despacho Oval ambos ofrecieron una conferencia de prensa y Macron dijo que espera haber "convencido" a Trump para que salve a la Unión Europea de la ola de nuevos aranceles aduaneros que amenaza con imponer a aliados y adversarios.
"Nuestro deseo es que haya una competencia justa", una competencia "equitativa" entre "nuestras industrias", "un comercio más fluido y aún más inversiones" en ambos lados del Atlántico, declaró el presidente francés.
Desacuerdo
El presidente francés, algo inusual para un visitante en el despacho oval, interrumpió a su homólogo de 78 años cuando Trump repitió la afirmación falsa de que Europa presta a Ucrania un dinero que piensa recuperar.
"No, de hecho, para ser franco", dijo Macron, tocando el brazo de su homólogo estadounidense para detenerlo a mitad de la frase, "pagamos el 60% del esfuerzo total y fueron, como en Estados Unidos, préstamos, garantías, subvenciones".
Trump sonrió y dijo después: "Si lo crees, a mí me parece bien".