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El G20 se reúne en Brasil eclipsado por Donald Trump y las guerras
Pese a que el presidente Lula quiso darle prioridad a las agendas del hambre y ambiental, fue imposible disipar el estrés del entorno.
Río de Janeiro. Pese a que Brasil quería evitarlo, las guerras de Ucrania y Gaza marcaron los debates en el inicio de la cumbre del G20 el lunes en Río, mientras el presidente chino Xi Jinping advirtió de que el mundo entra en un período de grandes cambios.
Después de que el mandatario izquierdista brasileño Luiz Inácio Lula da Silva abriera la cita de los mayores líderes mundiales con el lanzamiento de una ambiciosa alianza global contra el hambre, Joe Biden entró en materia.
Al día siguiente de autorizar a Kiev a usar misiles estadounidenses de largo alcance contra objetivos militares rusos, el gobernante demócrata urgió a apoyar la soberanía de Ucrania.
"Estados Unidos apoya firmemente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Todos en esta mesa deben hacer lo mismo", exclamó Biden en su discurso, en presencia del canciller ruso, Serguéi Lavrov.
Ya antes de la apertura, no se auguraba un consenso fácil sobre los temas dominantes, incluido el cambio climático.
El texto final del G20 "ya está cerrado, pero algunos países quieren abrir algunos puntos sobre las guerras y el clima", explicó el lunes una fuente diplomática brasileña.
Javier Milei y Lula, que mantienen una relación tensa desde antes de que el gobernante argentino asumiera el poder en diciembre, protagonizaron un encuentro cuanto menos frío.
Ambos líderes apenas se miraron y posaron ante las cámaras con el semblante serio y distante, lo que contrastó con el resto de apretones de manos dados por el anfitrión, Lula.
Los líderes del G20 acordaron el lunes en Brasil una declaración final que incluye apenas consensos básicos sobre temas como cambio climático, guerras, hambre e impuestos a las grandes fortunas.
Alianza contra el hambre
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una de las prioridades de Brasil, fue lanzada ayer lunes en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, con la adhesión de 82 países y el objetivo de erradicar esa "lacra" en 2030.
"Compete a los aquí presentes, a quienes están alrededor de esta mesa, la tarea impostergable de acabar con esta lacra que avergüenza a la humanidad", manifestó el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la inauguración del encuentro de las principales economías del mundo.
La victoria de Donald Trump cambiará la dinámica de las próximas cumbres del G20 por el solo hecho de que el próximo presidente estadounidense no le gustan los organismos multilaterales.
Impuesto a los ricos
La presidencia brasileña del G20 logró su objetivo de incluir en la declaración final el compromiso de cooperación "para garantizar que los individuos con patrimonio neto sean efectivamente tasados", aunque "con total respeto a la soberanía tributaria".
Aunque había expectativas de que el G20 ayudara a destrabar las negociaciones en la COP29 de Bakú (Azerbaiyán), estancadas en torno al financiamiento climático, la declaración final no aclara explícitamente si el socorro a naciones de bajos y medios recursos afectados por el calentamiento global deben pagarlo sólo los países desarrollados o también los grandes emergentes.
La declaración final tocó superficialmente el tema de las guerras.