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Kremlin dice "vamos a ver" si la victoria de Trump ayuda a acabar con guerra de Ucrania
La reelección de Trump culmina una notable remontada cuatro años después de que el republicano saliera de la Casa Blanca e inaugura un nuevo liderazgo estadounidense.
El Kremlin reaccionó con cautela el miércoles tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, afirmando que este país sigue siendo un Estado hostil y que solo el tiempo dirá si la retórica de Trump sobre el fin de la guerra de Ucrania se traduce en realidad.
La invasión rusa de Ucrania en 2022 desencadenó el mayor enfrentamiento entre Moscú y Occidente desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, cuando la Unión Soviética y Estados Unidos estuvieron a punto de entrar en guerra nuclear.
La reelección de Trump culmina una notable remontada cuatro años después de que el republicano saliera de la Casa Blanca e inaugura un nuevo liderazgo estadounidense que probablemente pondrá a prueba las instituciones democráticas en el país y las relaciones con el exterior.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Trump había hecho algunas declaraciones importantes sobre su deseo de poner fin a la guerra de Ucrania durante su campaña, pero que solo el tiempo dirá si conducen a la acción.
"No olvidemos que estamos hablando de un país poco amistoso, que está implicado directa e indirectamente en una guerra contra nuestro Estado" (en Ucrania)", dijo Peskov a los periodistas.
Peskov dijo que no estaba al tanto de ningún plan del presidente Vladimir Putin para felicitar a Trump por su victoria y que las relaciones con Washington estaban en un mínimo histórico.
"Hemos dicho en repetidas ocasiones que Estados Unidos es capaz de contribuir al fin de este conflicto. Esto no puede hacerse de la noche a la mañana, pero... Estados Unidos es capaz de cambiar la trayectoria de su política exterior. Sucederá esto, y si es así, cómo... lo veremos después de (la toma de posesión del presidente estadounidense en) enero".
Diplomáticos rusos y estadounidenses afirman que las relaciones entre las dos mayores potencias nucleares del mundo sólo han sido peores durante lo más profundo de la Guerra Fría. Autoridades rusas, desde Putin hacia abajo, dijeron antes de las elecciones que a Moscú no le importaba quién ganara la Casa Blanca, pese a que la cobertura de los medios estatales, guiada por el Kremlin, mostraba una preferencia por Trump.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que Moscú no se hacía ilusiones sobre Trump, señalando que existía lo que denominó una posición bipartidista antirrusa entre la élite gobernante estadounidense diseñada para tratar de contener a Rusia.
"Rusia trabajará con la nueva administración cuando 'tome residencia' en la Casa Blanca, defendiendo ferozmente los intereses nacionales rusos y centrándose en lograr todos los objetivos establecidos de la operación militar especial (en Ucrania)", dijo el ministerio. "Nuestras condiciones no han cambiado y son bien conocidas en Washington".
Kirill Dmitriev, el influyente jefe del fondo soberano de Rusia, puso una nota más suave, diciendo que una victoria de Trump podría ser una oportunidad para reparar los lazos.
"Esto abre nuevas oportunidades para restablecer las relaciones entre Rusia y Estados Unidos", añadió Dimitriev, un exbanquero de Goldman Sachs que ya ha mantenido contactos con el equipo de Trump.