Lectura 3:00 min
Omaha, el “punto azul” de Nebraska, rodeado por republicanos
Se trata de una ciudad donde lleva ventaja Kamala Harris; sus seguidores colocan cartulinas con el color del partido en sus casas.
Omaha. La ciudad de Omaha es un caso singular en el mapa electoral estadounidense. Un bastión demócrata en el medio del rojo Nebraska, el estado del Medio Oeste que tradicionalmente ha votado por los republicanos, y que ahora podría definir las reñidas elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
En un escenario, no tan improbable, de empate entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, este pequeño "punto azul" de 650,000 habitantes podría tener la última palabra.
"Somos un mini estado bisagra dentro de un estado bisagra", dijo la pequeña empresaria Ruth Brown refiriéndose a los estados conocidos por variar de tendencia política de elección a elección.
Encantados e inspirados por la oportunidad única que supone la inusual configuración de Nebraska (casi todos los demás estados asignan todos sus votos presidenciales a un solo partido), los Brown tomaron el toro por los cuernos.
Distribuyeron miles de señales en forma de punto azul para que los vecinos de Omaha los coloquen en sus jardines, un recordatorio silencioso de que esta ciudad puede desempatar el número de colegios electorales a favor de Harris.
Lo que comenzó con Jason pintando una vieja placa en su garaje, se volvió un fenómeno que tomó la ciudad por asalto.
Y parece estar teniendo impacto.
Aunque en las elecciones recientes Omaha ha fluctuado entre candidatos republicanos y demócratas, en esta ocasión Harris está 10 puntos sobre Trump en las encuestas.
"Es divertido ser importante a nivel nacional", dijo Chris Kilroy, vecino de los Brown y un asesor financiero de 55 años que consta como independiente en el registro electoral.
Kilroy instaló un punto azul en su jardín.
"Este es un estado rojo, pero de vez en cuando podemos poner palos en las ruedas".
Gente "Animada" de votar por Harris
El partido demócrata lanzó unos 15 millones de dólares en el distrito, inundando Omaha con comerciales.
Con menos presupuesto, los republicanos impulsaron una iniciativa el mes pasado para cambiar el sistema de Nebraska a uno en el que el ganador se lleva todos los colegios electorales. El destacado senador estadounidense Lindsey Graham visitó la región para acompañar a los legisladores, y el senador regional republicano Merv Riepe conversó con Trump por teléfono.
"Sólo me dijo 'Me importa Nebraska', y creo que con ese mensaje supimos por qué llamó, qué quería", expresó Riepeida.
Pero la propuesta falló, y el senador regional demócrata John Cavanaugh cree que el tiro le salió por la culata a los republicanos.
"La gente aquí estaba animada para votar por la vicepresidenta Harris, y ves que se animaron más como resultado de este intento de quitarnos nuestro voto", dijo.
Don Bacon, el diputado republicano que lucha por mantener su curul en Omaha, admitió que la mayoría de los locales quiere mantener su voto presidencial.