“Populistas buscan respuestas simples”: Eléonore Caroit

—Hay algo seguro en Francia: la llegada de la extrema derecha de Marie Le Pen a la presidencia ocurrirá tarde o temprano. 

Muchas personas lo ven como algo ineluctable. Yo lo combatiré hasta el final porque ese proceso de normalización que está operando la extrema derecha es un proceso extremadamente arriesgado. Cuando uno ve las ideas y el programa que proponen, siguen siendo las mismas sobre la preferencia francesa, la estigmatización de los migrantes y la división de la sociedad francesa. Ideas binarias de partidos que son populistas y que buscan respuestas simples a problemas que son complejos.

— Ya son 22 años en la sala de espera. Jean Marie Le Pen venció a Lionel Jospin en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, y en las pasadas elecciones legislativas la extrema derecha fue el partido más votado.

Sí, están subiendo, y sí, es cierto que tientan a muchos franceses, pero hay que combatir las causas de esa tentación; una de ellas es la incapacidad de Europa de controlar sus flujos migratorios y la inseguridad real percibida por los compatriotas en Francia. Ellos adaptan su discurso a las encuestas de su electorado y eso es propio de un partido populista. El partido de Marie Le Pen ha hecho todo para distanciarse de Le Pen papá para decir que ya no son lo mismo, por ejemplo, ellos defendían el Frexit (salida de Francia de la Unión Europea), ahora ya no. Durante mucho tiempo prohibieron la binacionalidad, ahora parece que se están echando para atrás.

— ¿Qué postura tiene sobre la crisis política en Venezuela?

La posición de Francia es: no reconocer la victoria de Maduro, solicitar que se publiquen las actas y condenar con firmeza la violencia porque la ha habido después de la elección. El 28 de julio (día de las elecciones presidenciales) no dormí. Lo primero que hice fue hacer un comunicado denunciando la situación. Hoy en día hay más pruebas tangibles del lado de la oposición que de lado del Gobierno.

— ¿Se requiere dar un paso más? Juan Guaidó no tuvo legitimidad en las urnas para convertirse en presidente, Edmundo González sí la tiene, ¿El silencio no es sinónimo de un impasse?

Francia no quiere romper totalmente el diálogo porque quiere tratar de ayudar a que se resuelva totalmente la situación. El presidente Macron está muy involucrado en el tema de la restauración de la democracia en Venezuela, esto significa que hoy en día no existe, hay un vacío en ese sentido; participó en París en la Conferencia para la Paz en varias reuniones con presidentes latinoamericanos porque considera que hay una dimensión regional muy importante. A nivel personal sí me he involucrado mucho; he denunciado en varias tribunas, he hecho una propuesta de ley para que se condene a Venezuela a nivel de la Asamblea Nacional y espero que sea examinada en las próximas semanas. Sí considero que la comunidad internacional necesita hacer mucho más por Venezuela.

—Usted interactúa con los sectores empresariales franceses, ¿qué le dicen sobre México?

Yo creo que hay una distorsión dentro de la visión de México de parte de muchos franceses y europeos, y que no aprecian el potencial económico de este país, que es sin duda alguna uno de los mayores del continente. Por eso yo interactúo con empresarios franceses y mexicanos para que haya inversión mexicana en Francia, inversión francesa en México.

— Sin embargo, ha habido un doble ataque de los poderes Ejecutivo y Legislativo en contra del Judicial. Lo van a desmantelar. No habrá división de poderes.

Hay un desconocimiento en Francia de la realidad mexicana. Los riesgos no son los que los franceses se imaginan. Yo creo que es muy importante poder hablar con emprendedores y empresarios (franceses) para ver cómo ellos lo perciben; qué impacto va a tener en sus actividades, y son temas que sigo mucho.

— Los tres últimos gobiernos mexicanos han ido perdiendo control del territorio. La inseguridad se ha desbordado.

Francia está trabajando para ayudarles. Hay una asistencia sobre resolución de homicidios.