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4 pasos para formalizar un plan de inversión exitoso
De acuerdo con GBM, la diversificación en las estrategias de inversión jugará un papel relevante en el rendimiento de los portafolios
La diversificación es la mejor estrategia que un inversionista puede tener para protegerse contra los riesgos inesperados del futuro. Sin embargo, aunque estés bien diversificado, no significa que no tendrás fluctuaciones en tu portafolio, así lo señaló Juan Carlos Herrera Chief of Wealth Mangement de Grupo Búrsatil Mexicano (GBM).
En el marco del webinar Perspectivas 2023 organizado por GBM, el especialista señaló que debido a la incertidumbre económica que se vive a nivel global tratar de hacer apuestas muy concentradas en cualquier sector generará mayores riesgos en los rendimientos.
Hoy más que nunca la recomendación es tratar de tener un portafolio bien diversificado, balanceado y reconocer los tipos de riesgo que puede tener un inversionista antes de entrar al mercado”.
¿Cómo construir un portafolio de acciones y bonos tomando ventajas de la diversificación?
Acciones
De acuerdo con GBM, las acciones mundiales son las que peor se han comportado hasta ahora; de hecho, algunas empresas individuales han bajado mucho más que el Índice. Por ejemplo, acciones que hace un par de años incrementaron considerablemente su valor, cayeron más de 26% y algunas hasta 65% en 2022, por lo que recomiendan asumir solo riesgos sistemáticos o de mercado, para aumentar las probabilidades de éxito en 2023 y más allá.
“Imaginemos que estamos en el año 2003 cuando General Electric (GE), una de las mayores empresas del mundo en aquel momento, cayó más de un 50% tras el estallido de la burbuja puntocom, podríamos haber supuesto que sería una buena oportunidad de compra a largo plazo solo invirtiendo en esta empresa, al día de hoy lo que hubiera pasado es que tras 20 años estaríamos abajo un 42% más de lo que se compró, es decir, una inversión de 20 años en una de las empresa más grande del mundo no resultó ser algo positivo y esto fue el riesgo de no diversificar”, explicó.
“Sin embargo, si al mismo tiempo en vez de invertir solo en GE hubiéramos invertido en las 9,000 empresas más grande del mundo, el desempeño hubiera sido completamente diferente. Es difícil saber que va a pasar en el futuro, pero si nos diversificamos aumenta la probabilidad de tener rendimientos positivos en el futuro”.
Bonos
El Chief of Wealth Mangement de GBM señala que la historia más importante de 2022 es la de los bonos mundiales, que tuvieron uno de sus peores años registrados. “Aunque no podemos afirmar con seguridad que las acciones vayan a recuperarse rápidamente sí podemos decir que los bonos deberían empezar a rendir mejor, y pronto”.
Explican que cuando las tasas se mueven los precios se mueven de manera contraria, es por eso que el año pasado vimos una disminución en los precios de los bonos.
A pesar de esto las tasas a las que fueron emitidos no cambiaron, por lo que su rendimiento esperado futuro será mayor (ya que se calcula con la misma tasa, pero un precio menor), esto asumiendo que el emisor del bono cumpla con el poder de seguir haciendo los pagos de cupones y se mantenga solvente.
Ante dichos escenarios Juan Carlos Herrera nos recomienda cuatro pasos para poder identificar y formalizar un plan de inversión exitoso:
- Tener objetivos bien claros. Preguntar para qué estamos invirtiendo y cuáles son nuestros objetivos, tener por lo menos dos, uno de corto plazo y otro de largo plazo para empezar y de ahí poder construir un portafolio óptimo de inversión que empate con nuestros objetivos.
- Seguir los hechos. Reconocer los riesgos y saber que este y el rendimiento van de la mano. Si buscamos rendimientos altos tenemos que estar conscientes de que esto viene acompañado con más riesgo.
- Ser pacientes. Si invertimos en los riesgos correctos, aumenta la probabilidad de éxito en el largo plazo.
- Revisar nuestros planes por lo menos una vez al año. La vida cambia y es muy importante reconocerlo y el plan que hagamos en el día uno puede cambiar conforme cambian nuestras metas, necesidades y la situación en la que nos encontramos. Si se requiere se deben hacer ajustes.
alba.servin@eleconomista.mx