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Balance 2023: ¿Qué sucedió con el tipo de cambio peso-dólar?

Banco BASE analiza el mercado cambiario durante este año, destacando su impacto en importadores y exportadores, y la influencia de políticas monetarias globales y locales

En los mercados financieros, pocas variables tienen tanta influencia como el tipo de cambio, especialmente en economías estrechamente vinculadas al comercio internacional como la mexicana. La fluctuación del peso mexicano frente al dólar estadounidense durante 2023, tiene importancia tanto para los exportadores como para los importadores.

La fortaleza del peso mexicano frente al dólar estadounidense es multifactorial, influenciada por políticas monetarias, estabilidad económica y expectativas de crecimiento. Cuando el peso se fortalece, los importadores mexicanos se benefician, ya que adquieren bienes en dólares a un menor costo. Sin embargo, para los exportadores, un peso fuerte representa un desafío, dado que sus ingresos en dólares se traducen en menos pesos, impactando negativamente en sus márgenes de ganancia. Este equilibrio dinámico entre fortaleza y debilidad del peso subraya la interconexión de la economía mexicana con los mercados globales.

Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco BASE nos explicó el recorrido del tipo de cambio peso-dólar en el  2023.

Enero: Marcó un comienzo positivo para el peso, apreciándose un 3.39% y cerrando en 18.84 pesos por dólar. Esta apreciación reflejó un debilitamiento del dólar debido a especulaciones sobre la política monetaria de la Reserva Federal. Los comentarios de oficiales de la Fed sobre mantener la tasa de interés por encima del 5% y moderar el ritmo de incrementos impactaron significativamente en el mercado. Este movimiento benefició a los importadores mexicanos, al reducir el costo de adquirir bienes en dólares, mientras que los exportadores enfrentaron un escenario menos favorable, recibiendo menos pesos por sus dólares.

• Febrero: El peso cerró febrero con una apreciación del 2.83%, siendo la divisa más apreciada en su canasta. Esta tendencia fue impulsada por el aumento de la tasa de interés del Banco de México y la expectativa de crecimiento de exportaciones, destacando el anuncio de Tesla sobre una inversión en Nuevo León. A pesar de esta apreciación, el dólar se fortaleció frente a otras divisas, los importadores continuaron beneficiándose de un tipo de cambio favorable.

Marzo: La apreciación adicional del peso de 1.42%, estuvo influenciada por la expectativa de la Fed menos agresiva en los incrementos de tasas, y un desorden bancario en EU. Este contexto mantuvo al peso en una posición fortalecida, beneficiando continuamente a los importadores mexicanos.

Abril y Mayo: La cautela en el mercado cambiario fue impulsada por la especulación sobre la política monetaria de Banxico y el riesgo de recesión en EU. Mayo cerró con una apreciación del peso de 1.74%, marcando cinco meses consecutivos de ganancias. Este periodo fue notable para los exportadores, quienes vieron cómo sus ingresos en pesos se reducían, a pesar de un ambiente de comercio internacional favorable.

Junio a Julio: Junio continuó la tendencia positiva, con una apreciación de 3.18 por ciento. Los indicadores económicos negativos en EU y la decisión de Fitch Ratings de mantener la calificación de México en BBB (con perspectiva estable fueron factores clave). Julio, sin embargo, vio una apreciación del 2.23%, influenciada por las entradas de dólares por exportaciones, remesas, y la expectativa de una Fed más cautelosa.

Agosto y Septiembre: Agosto rompió la racha, con una depreciación del peso de 1.76%, debido a factores como el recorte de calificación crediticia de EU por Fitch Ratings y la aversión al riesgo en México. Septiembre continuó esta tendencia con una depreciación del 2.26%, marcando un periodo desafiante para los importadores, quienes enfrentaron costos crecientes para sus importaciones.

Octubre a Diciembre: Octubre vio una depreciación adicional de 3.59%, influenciada por la expectativa de una Reserva Federal con tasas de interés más altas y aversión al riesgo global. Noviembre, sin embargo, mostró una recuperación con una apreciación del 3.68%, motivada por la especulación de que la Fed no incrementaría más las tasas. Diciembre cerró con una apreciación ligera del 0.61%, manteniendo la tendencia positiva del peso.

Coordinadora de Operación Editorial de Suplementos y Ediciones Especiales de El Economista. Licenciada en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió una especialización en Periodismo Económico en la Universidad de Miami, auspiciada por la Fundación Reuters. Ganadora del premio por la "destacada cobertura en finanzas verdes", entregado por la BMV y el Consejo Consultivo de Finanzas Verdes. Ha sido analista de mercados, editora de finanzas y creadora de ranking de negocios, responsabilidad social y mercados, y ha trabajado en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, Reforma, Excélsior, Mundo Ejecutivo, Expansión, Fortuna, Infosel y Economática.

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