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Inteligencia emocional y autoestima en nuestros estudiantes

La pandemia dejó un huella que no se podrá borrar en pocos años, pero sí se pueden tomar las acciones para resarcir parte de ese daño.

Foto; Shutterstock

¡Buenos días! ¿Cómo están? Usualmente, es una frase con la que todos los docentes iniciamos nuestras clases, pero ¿sabemos las implicaciones y el impacto que puede tener en los estudiantes el hacerles esta pregunta? No, en todos los casos, para muchos es una forma de romper el hielo e iniciar un tema o un nuevo semestre.

Hoy en día, vemos o escuchamos en los medios de comunicación y en las redes sociodigitales información lamentable sobre la ansiedad y la depresión, así como las terribles consecuencias que puede ocasionar. Tan sólo en México, de acuerdo con datos del INEGI para el año 2022 el suicidio en personas de 15 a 29 de años constituía la cuarta causa de muerte.   

En ese sentido, si bien, como docentes debemos estar comprometidos con la formación profesional de cada estudiante y brindarles las herramientas académicas para insertarse en el entorno laboral, no podemos dejar de lado su formación humana y las emociones por las que pasan cuando están en un salón de clases, recordemos que se encuentran en un etapa de toma de decisiones que impactarán su futuro. 

Lo anterior no significa que un docente tenga la obligación de resolver cada situación emocional de sus estudiantes, pero sí estar alerta a las señales que podemos percibir en su desempeño como: ausencias a las clases, retardos, no entrega de trabajos, poca participación, hostilidad, en fin, el listado puede seguir, pero lo primordial es tener un acercamiento asertivo con nuestros estudiantes para conocer las causas de dicho desempeño para canalizarlo y apoyarlo con las instancias adecuadas.

Ahora bien, no todo se puede centrar en el docente, las instituciones de educación superior deben tomar en cuenta la realidad de los jóvenes que llegan día con día a la educación media superior y superior, es decir, el impacto que tuvo la pandemia dejó un huella que no se podrá borrar en pocos años, pero sí se pueden tomar las acciones necesarias para resarcir parte de ese daño.

Una acción, que algunas universidades, escuelas o colegios han adoptado es la creación de programas, o bien la incorporación e impartición de materias centradas en la inteligencia emocional, no sólo para cubrir un requisito de egreso. Son programas formales impartidos por pedagogos y profesionales de la educación capaces de integrar y desarrollar en los estudiantes el autoconocimiento, la gestión y una autoestima saludable.

Lo anterior no sólo se ha dirigido a los estudiantes, también se han incorporado en este proceso a los docentes, quienes están día a día con ellos y necesitan contar con las herramientas educativas y emocionales necesarias para enfrentar y atender situaciones que serán un nuevo reto, no sólo para universidades, sino para todo el sistema educativo.

* Maestro Jorge Díaz Vázquez es Coordinador de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Simón Bolívar México.

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