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Un entorno plural e inclusivo impulsa la productividad y la economía: WeWork

Promover espacios de trabajo que apoyen la diversidad ayuda a que los empleados mejoren su creatividad y se genere así un beneficio económico para las compañías

Foto: Shutterstock

El impacto económico de la comunidad LGBT es significativo y multifacético, contribuyendo en diversas áreas de la economía global.

Poder adquisitivo

El mercado LGBT+ en México es un eslabón importante para el desarrollo social y económico. De hecho, la mayor aceptación social del movimiento LGBT+ ha hecho que el dinero rosa se convierta en un nicho de mercado muy valorado por las empresas. Lo que incentiva el surgimiento de diversos productos y servicios orientados a este público específico.

Un dato del Museo Interactivo de Economía (MIDE) muestra que la economía rosa en México equivale al 25% del gasto a través de tarjetas de crédito, esto debido a que la  comunidad LGBT tiene un considerable poder adquisitivo.

En entrevista para El Economista, María Brizio, Head of People en WeWork México, indicó que en el país el poder adquisitivo de la comunidad LGBT es de aproximadamente 83,000 millones de dólares, lo que nos habla de su impacto económico.

Cabe señalar que en muchos países, el ingreso promedio de las personas LGBT tiende a ser más alto que el de la población general, debido en parte a que hay una proporción relativamente alta de personas LGBT que no tienen hijos dependientes, lo que les permite gastar más en bienes.

Productividad

Asimismo, el promover espacios y lugares de trabajo que apoyen la diversidad ayuda a que los empleados mejoren su creatividad y productividad, generando un beneficio económico para las compañías, así lo señala el estudio “Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral” de WeWork PageGroup.

De acuerdo con el estudio se revela que el 93% de los mexicanos consideran que trabajar en un lugar altamente diverso e incluyente ha mejorado su productividad.

La diversidad y la inclusión no son solo valores éticos, sino también estratégicos y las empresas que los adoptan pueden verse altamente beneficiadas”, señala WeWork.

Programas

María Brizio señala que en WeWork se han implementado programas de diversidad e inclusión en toda América Latina, involucrando a líderes de alto nivel y formando grupos de afinidad, que abordan diversas perspectivas y experiencias de la comunidad LGBTQ+

“La diversidad en el lugar de trabajo no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia de negocio inteligente, ya que no solo mejora la calidad de las decisiones, sino que también impulsa la innovación y la adaptabilidad de las empresas, es fundamental que no se limiten a celebrar el orgullo en junio, sino que mantengan un compromiso activo con la inclusión durante todo el año”

Asimismo, señala que  la implementación de políticas inclusivas sigue siendo un desafío, ya que según la Fundación Human Rights Campaing (HRC), solo 253 empresas han obtenido la certificación de Mejores Lugares para Trabajar LGBTQ+, dato que indica que aún queda mucho por hacer.

Cabe señalar que según McKinsey & Co, la diversidad es crucial para la competitividad de las empresas ya que aquellas que la promueven pueden aumentar su productividad hasta en un 35 por ciento. Además, la firma de consultoría señala que, a nivel global, se puede perder hasta 1 billón de dólares anuales en términos de productividad y talento no aprovechado por la discriminación y falta de inclusión.

“Además, al apoyar la diversidad, las empresas envían un mensaje poderoso: valoran la igualdad y están comprometidas con un entorno justo y equitativo para todas y todos. Los líderes tienen la capacidad de transformar la cultura de sus organizaciones, creando entornos donde los empleados se sientan valorados, independientemente de su orientación sexual o identidad de género”, enfatiza.

Finalmente, la empresa especialista en espacios colaborativos considera que el camino hacia una verdadera inclusión es largo y requiere un compromiso constante donde se involucren todos.

“Las empresas deben seguir avanzando, no solo en la celebración del Orgullo, sino en la implementación continua de políticas que promuevan la equidad y la diversidad. La inclusión es una inversión en el capital humano que, más allá de las cifras, enriquece la vida de todos los empleados y potencia el éxito organizacional”. concluye.

Coeditora de Suplementos Financieros y Especiales. Periodista especializada en temas relacionados con mercados financieros, fondos de inversión, uniones de crédito, seguros, pensiones y finanzas personales. Coeditora de los reportes especiales de El Economista, como Universidades, Salud, Coworking y Turismo.

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