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Desaceleración global con desinflación hasta 2016

Se percibe un crecimiento inestable en el largo plazo por parte Estados Unidos, la zona euro y Reino Unido, dado su exposición a la débil demanda mundial.

La desaceleración económica global tiene un claro riesgo de extenderse hacia el próximo año, junto con un período aún más prolongado de desinflación, según una abrumadora mayoría de casi 300 economistas encuestados por Reuters en el mundo.

Esto, pese a la política monetaria ultra expansiva de la mayoría de los bancos centrales en los últimos cinco años.

Tras la decisión de la Reserva Federal el mes pasado de no subir las tasas de interés citando temores sobre la economía mundial, y particularmente China, una histórica era de política monetaria laxa podría extenderse.

El sondeo también sugiere que las economías que han repuntado este año, en particular Estados Unidos, la zona euro y Reino Unido, están cada vez más expuestas a la debilidad de la demanda mundial y podrían no ser capaces de mantener su impulso.

"Es preocupante, para las regiones que han mostrado la mayor resiliencia, Estados Unidos y Europa, el panorama parece oscurecerse", escribió Christian Keller, jefe de investigación de economistas de Barclays.

Aunque los pronósticos aún apuntan a que 2016 será mejor que este año para la mayoría de las economías, los expertos han reducido sus estimaciones a medida que pasan los meses, tal como lo hizo también el Fondo Monetario Internacional.

Los economistas rebajaron además sus perspectivas de inflación en la mayoría de los países, lo que sugiere que la agresiva política monetaria no ha tenido mucho efecto en impulsar los precios.

El comercio mundial también ha sido golpeado con fuerza este año y eso ha ensombrecido el panorama económico.

Se estima que el crecimiento global será de 3.1% este año, y de 3.4% el próximo.

Pero eso se basa en expectativas de una política monetaria relajada en todas partes, sin mayores correcciones en los mercados financieros tras años de bajos rendimientos en los bonos soberanos y alzas en las acciones.

La mayor preocupación a corto plazo se centra en los mercados emergentes, que apoyaron la expansión en los últimos años.

Los préstamos sin precedentes en China para el desarrollo de infraestructura apoyaron el crecimiento de la segunda mayor economía mundial en medio de la crisis financiera.

Pero ahora eso terminó y el banco central ha realizado una serie de recortes de tasas de interés para suavizar el golpe de tratar de reequilibrar la economía del país.

Otras economías emergentes lo harían incluso peor.

Brasil cayó en recesión en medio de las alzas de tasas del banco central para contener la inflación, con muy poco éxito.

"Por casi diez años, las economías de América Latina podían sentarse y disfrutar del viaje", dijo Marcelo Carvalho, jefe economista de investigación para América Latina de BNP Paribas.

"Esos años terminaron".

La economía estadounidense, que se estancó a inicios de este año, parece sólida. Pero no se espera que se acelere notoriamente o genere mucha inflación, pese al bajo desempleo.

Reino Unido está en la misma situación y la zona euro tiene la titánica tarea de abordar el crónico alto desempleo y la baja inflación.

fondos@eleconomista.com.mx

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