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Abengoa, bajo el control de especuladores
El grupo de ingeniería y energías renovables está en una espiral bajista en medio de informaciones que ponen en duda su capacidad para llevar a cabo la ampliación de capital por 650 millones de euros que anunció el 3 de agosto.
Los especuladores continúan tomando ventaja de la situación de la firma energética Abengoa. Su acción ha caído 54% desde junio.
El grupo de ingeniería y energías renovables está en una espiral bajista en medio de informaciones que ponen en duda su capacidad para llevar a cabo la ampliación de capital por 650 millones de euros que anunció el 3 de agosto.
Las acciones B, que cotizan en el índice Ibex-35 de la Bolsa de Madrid y cuentan con un derecho de voto cada una de ella, se desploman 72.5% en el último mes el miércoles cayeron 9.41%, hasta 0.77 euros , mientras que las A han cedido 8.05%, a 1.46 euros.
La compañía mantiene sus planes iniciales de levantar 650 millones en capital y realizar desinversiones por 500 millones de euros entre septiembre y marzo, si bien reconocen que los activos a la venta son superiores con el objetivo de conseguir el importe prometido en tiempo y forma, según explican desde Abengoa.
Dudas
El hecho de que la compañía andaluza controlada por la familia Benjumea, principal accionista de Inversión Corporativa tiene 46% del capital y 57% de los derechos de voto , no haya anunciado todavía los términos ni los plazos de la ampliación han provocado fuertes caídas en su acción y en su deuda.
La capitalización ha pasado de 2,600 millones entre las acciones B (837 millones) y las A (83.6 millones) el 20 de julio a menos de 800 millones. La rentabilidad de sus bonos se ha disparado ante el temor a que sea incapaz de afrontar sus vencimientos, con el interés que vence el próximo marzo en 75% y el que expira en abril del 2020 en 26 por ciento.
Los seguros contra el impago de su deuda (CDS, por su sigla en inglés) están fuera de control. El CDS a un año cotiza a 4,800 puntos básicos; es decir, para asegurar 10 millones de euros son necesarios 4.8 millones. El CDS a cinco años, mientras, cotiza a 3,400 puntos básicos.
En noviembre del año pasado se puso en entredicho el modo en que Abengoa computaba la deuda. Meses después, en mayo, el grupo de ingeniería andaluz cambió a su consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, por Santiago Seage.
Curiosamente, la puesta de largo de Seage ante la comunidad inversionista no pudo tener peor comienzo. Fue el 23 de julio, en Madrid. Los analistas que cubren el valor fueron invitados a una conferencia de tú a tú con el nuevo director general. En plena reunión, las armas de destrucción masiva que ya habían puesto en jaque la deuda de países como España hicieron acto de presencia.
Los CDS de los bonos de Abengoa a cinco años comenzaron a dispararse hasta los 1,500 puntos básicos desde el entorno de los 1,000 y la compañía convocó una conferencia exprés a las 7:30 de la tarde con la misión de tranquilizar al mercado. Pero las dudas sobre la liquidez real de la compañía y la deuda se multiplicaron.