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Así invierte Amancio Ortega

El dueño de Inditex se centra en el inmobiliario.

Zara es el manantial de Amancio Ortega, máximo accionista de Inditex y el segundo hombre más rico del mundo, con un patrimonio de 72,200 millones de dólares, según Forbes. El 59% de Inditex que controla, valorado en Bolsa en 55,136 millones de dólares, le permite cobrar 1,108 millones de dólares de dividendos este mismo año. Ortega reinvierte la mayor parte de estos fondos, que se destinan a financiar la actividad de Pontegadea, la sociedad de inversión de la familia.

Pontegadea es el segundo mayor inversionista inmobiliario privado de España, con unos activos valorados en más de 6,000 millones de dólares. Sólo le supera Merlin tras la compra de Testa y la unión con Metrovacesa.

Salida a Bolsa

Ortega (Busdongo, León, 1936) empezó a operar en el mercado inmobiliario en la década de los 90, pero su gran incursión llegaría en 2002, después de sacar a Bolsa Inditex. El empresario creó Pontegadea para invertir el dinero que ganó con la colocación en Bolsa. También constituyó la Fundación Amancio Ortega.

Pontegadea integra dos sociedades: Pontegadea Inversiones (dueña de las acciones que Ortega conservó de Inditex y de otras inversiones financieras) y Pontegadea Inmobiliaria.

La filial inmobiliaria compra activos para su posterior venta con plusvalías o para su explotación en régimen de arrendamiento. Actúa así hasta en momentos de crisis, como cuando se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria en España. Apoyándose en la solidez financiera que le otorga su participación en Inditex, Pontegadea continuó comprando inmuebles a precios casi de derribo. Mientras, las demás inmobiliarias luchaban por sobrevivir.

Los activos de la compañía están repartidos en una decena de países de Europa, América y Asia. La cartera incluye edificios en los que se instalan algunas de las macrotiendas de Zara en grandes capitales como Nueva York, Boston y Milán. Además, integra inmuebles de oficinas singulares en zonas prime de las principales ciudades y con inquilinos de primer nivel. Ortega los adquiere en efectivo y de este modo logra quedarse con activos muy demandados a un precio menor del ofrecido por otros compradores dispuestos a pagar más pero que requieren financiación. Así sucedió con la compra de Torre Picasso en Madrid, considerada la mayor inversión aislada de Ortega (400 millones de dólares).

Las rentas obtenidas de los inmuebles nutren los beneficios de Pontegadea Inmobiliaria, que se reinvierten para financiar el crecimiento futuro del grupo, pilotado por Ortega y por sus hombres fuertes: José Arnau y Roberto Cibeira.

La apuesta por el mercado inmobiliario ha supuesto que Pontegadea Inversiones se haya quedado prácticamente sólo con la participación en Inditex y con otras inversiones financieras menores, pero sin estar presente en otras cotizadas españolas. Ortega llegó a ser accionista de NH, Popular y Aguas de Barcelona, entre otras compañías.

Astroc, la peor inversión

Precisamente en Bolsa se produjo la inversión más ruinosa para Ortega, la compra del 5.01% de Astroc, la inmobiliaria de Enrique Bañuelos. El fundador de Inditex pagó más de 150 millones de dólares por este paquete de Astroc en 2006. Ortega perdió prácticamente toda su inversión con la caída de Bañuelos y de Astroc.

El fundador de Inditex y su familia también tienen inmuebles para su uso propio. Residen en chalés, áticos y pazos de distintas localidades gallegas. Además poseen recintos hípicos (Casas Novas), yates (Valoria, en honor al pueblo de la madre de Ortega) y aviones.

fondos@eleconomista.com.mx

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