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Autoridades tienen que proteger a consumidores e inversionistas: Carstens
Explicó el gerente general del Banco de Pagos Internacional que las monedas deben tener un marco legal.
“Las autoridades deben estar preparadas para tomar medidas contra la propagación de criptomonedas con el fin de proteger a consumidores e inversores (...) para garantizar unas reglas de juego equitativas para todos los participantes de los mercados financieros”, advirtió el gerente general del Banco de Pagos Internacional (BIS, por su sigla en inglés), Agustín Carstens.
“Las criptomonedas no son seguras ni adecuadas para desempeñar las funciones del dinero como medio de pago compartido, reserva de valor y unidad de cuenta”, aseveró.
En su primera intervención pública como directivo del llamado banco de los bancos centrales, Carstens consignó que “para preservar el valor del dinero, éste debe estar respaldado por instituciones que rindan cuentas ante los ciudadanos y gocen de su confianza”.
“En este sentido, los bancos centrales son clave”, aseguró.
Al participar en una conferencia organizada por el Deutsche Bundesbank y el Center for Financial Studies (SAFE), declaró que “el ascenso meteórico de las criptomonedas no debe hacernos olvidar la importancia del papel de los bancos centrales como guardianes de esta confianza pública”.
“Los tokens digitales privados que se hacen pasar por monedas no pueden socavar esta confianza”, dijo.
El acceso a los servicios bancarios y de pagos legalmente constituidos debería circunscribirse a aquellos mercados y productos que cumplan las estrictas normas establecidas”, enfatizó.
En su primera intervención pública como directivo del llamado banco de los bancos centrales, explicó que la operación de estas criptomonedas debería circunscribirse a un marco legal con normas establecidas.
“De este modo, a igual riesgo, igual regulación. Sin excepciones”, detalló.
Y recomendó a las autoridades financieras prestar atención a los vínculos de estos instrumentos con las monedas físicas “para evitar que se conviertan en parásitos de la infraestructura institucional del sistema financiero en conjunto”.
CRIPTOMONEDAS, POCO SEGURAS
Dadas sus profundas oscilaciones de valor, sus elevados costes de transacción y la falta de protección para el consumidor y los inversores, las criptomonedas no son seguras ni adecuadas para desempeñar las funciones del dinero como medio de pago compartido, reserva de valor y unidad de cuenta, acotó.
Las nuevas tecnologías son prometedoras para mejorar la eficiencia de los sistemas de pagos. Pero no son necesarias nuevas monedas para alcanzar dicho fin.
“Esto queda claro en el caso del bitcoin: por mucho que se haya ideado como un sistema de pago alternativo sin intervención gubernamental en la práctica se ha convertido en una mezcla de burbuja y desastre medioambiental”, consignó.
Carstens observó que “las autoridades tienen la obligación de evitar que se utilicen para legitimar las ganancias de actividades ilegales y de educar y proteger a los inversionistas y consumidores”.
Por ello comentó que las autoridades deben velar porque las criptomonedas no se arraiguen y pongan en peligro la estabilidad financiera, recomendó.
De acuerdo con él, “una tecnología novedosa no es sinónimo de una tecnología mejor ni de una economía mejor”.
En octubre pasado, cuando Carstens terminaba su cargo como gobernador del Banco de México, explicó a El Economista que en materia de regulación a las tecnologías financieras, se debían “sentar bases sólidas, firmes, bien orientadas, que permitan que vaya surgiendo la actividad aprovechando las nuevas tecnologías”.
“Ya sabemos que los sistemas rebasan las fronteras de manera muy fácil donde también los pagos electrónicos y las criptomonedas no tienen fronteras. Tenemos que asegurarnos de que no haya vulnerabilidades en los sistemas,” comentó.