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BMV y Biva avanzan en semestre por rezago; peso se aferra pese a volatilidad
Debido a que el mercado accionario mexicano se mostró presionado desde el comienzo del actual gobierno federal, la caída por la crisis del Covid-19 y la recuperación acelerada en Estados Unidos le permitieron acercarse a su mejor nivel histórico. El peso, cerró estable, pero se mostró dependiente.
Los mercados mexicanos tuvieron desempeños de contrastes en la primera mitad del año. Mientras que el mercado accionario se mostró optimista por la rápida recuperación de la economía, principalmente gracias a Estados Unidos, el peso mostró un comportamiento volátil y muy dependiente del dólar.
Inversionistas compran rezago en Bolsa
El mercado accionario mexicano entró en una tendencia negativa debido a las primeras decisiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Después, ante un inminente cierre de las actividades económicas por la pandemia, marcó su peor registró mensual del periodo (S&P/BMV IPC: 34,554.53 puntos).
Conforme la situación se estabilizó mercado recuperó terreno para cerrar 2020 con nivel aceptable (44,066.88 unidades). Durante seis meses, los inversionistas se han servido del rezago en la Bolsa local. Sólo enero y junio mostraron bajas acumuladas y el principal índice se encuentre cerca de niveles récord.
El peso muestra dependencia y volatilidad
La divisa mexicana se mostró muy sensible al desempeño del dólar y de la economía de Estados Unidos en este primer semestre del año. Aunque se mantuvo dentro de un rango, sin una tendencia de alza, la fluctuación fue indudable y marcada en gran medida por el apetito que había en el mercado por el dólar.
Gracias a que la Reserva Federal (Fed) logró atenuar los temores a una reducción de su programa de compra de bonos y estímulos en respuesta a la inflación y a que el Banco de México decidió incrementar su tasa de interés referencia para responder a aumentos de precios, la divisa mexicana cerró sin cambios.
jose.rivera@eleconomista.mx