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Bajos precios del crudo ponen en riesgo viabilidad de Pemex
El 2 de enero, el precio del barril de petróleo mexicano se vendió, en el mercado internacional, en 56.67 dólares por barril.
La mezcla mexicana de crudo de exportación cerró a un precio de 10.37 dólares por barril, sólo 3.42 dólares por arriba de su cotización más baja en la historia.
El 2 de enero del 2020, el precio del barril de petróleo mexicano se vendió, en el mercado internacional, en 56.67 dólares por barril; se comercializó en 10.37 dólares por unidad. Al 30 de marzo, el precio promedio de venta del hidrocarburo en lo que va del año se ubicó en 41 dólares, 8 dólares abajo del precio esperado en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
La caída en el precio desde enero al pasado lunes es de 82% y no sólo la operación de Petróleos Mexicanos (Pemex), sino de los 109 contratos vigentes de privados que se encuentran en distintas etapas rumbo a las actividades de extracción y comercialización de crudo mexicano.
El costo de producción de Pemex para un barril de petróleo en el promedio nacional del 2019 fue de 14.2 dólares por barril, por lo que Pemex incluso podría cerrar los campos más caros, pues hay algunos que llegan a costos de 24 dólares, mientras que en otros pozos el costo por extraer el hidrocarburo es de máximo 5 dólares.
De acuerdo con el análisis compartido por la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), la matriz energética mexicana es amplia y abre la posibilidad a las autoridades para planear el corto, mediano y largo plazos en función de la rentabilidad y necesidades energéticas.
Cláusula de renuncia
En lo que se refiere a la operación de privados, todos los contratos cuentan con una cláusula de renuncia en caso de que no se encuentre rentabilidad en el proyecto y sólo son sancionados si no se llevan a cabo las actividades previstas en los plazos establecidos dentro de los programas mínimos de trabajo comprometidos.
Como parte de la Ronda 1 hay 38 contratos, de los cuales cuatro ya se encuentran en la transición a la etapa de desarrollo y por tanto no tendrán límite para acreditar sus programas mínimos de trabajo, ya que éstos concluyen cuando finalice el desarrollo de los campos, con una vida de 20 años.
Sin embargo, hay 24 contratos terrestres de la Ronda 1.3 cuya fecha límite para demostrar el cumplimiento de los programas mínimos es diciembre de este año (que podrá prorrogarse un mes, dada la suspensión de actividades del gobierno por el coronavirus), lo que implica inversiones conjuntas de alrededor de 180 millones de dólares, aunque en caso de incumplimiento el precio en que se fijó la unidad de trabajo depende del precio del petróleo tipo Brent, que si está por debajo de 45 dólares por barril implicará inversiones de 767 dólares por unidad de trabajo comprometida en la firma del contrato.
Para los siete contratos en aguas profundas de la primera licitación la situación puede complicarse, como lo demostró recientemente la francesa Total al renunciar a la totalidad del único campo que obtuvo a pesar de la multa de más de 21 millones de dólares, pues las empresas tienen hasta el 2022 para demostrar que cumplieron con las unidades de trabajo previstas, que a un precio del Brent menor a 30 dólares por barril fueron contratadas en 772 dólares.
Los 50 contratistas de la Ronda 2 tienen también hasta el 2022 aproximadamente para acreditar sus respectivos compromisos, aunque las unidades de trabajo para las actividades con mayor riesgo, como la exploración en aguas profundas se fijó en un precio menor, de 669 dólares si el Brent se cotiza a menos de 30 dólares como ocurre en la actualidad.
Finalmente, los 16 contratistas de la Ronda 3, que en su mayoría tienen campos exploratorios sin riesgo, tienen hasta el segundo semestre del 2023 para acreditar sus programas a precios por unidad de trabajo similares a los previstos en aguas profundas.
Aseguran especialistas
Bajas en precios afectarán a finanzas públicas
Las reducciones que ha tenido el precio de la mezcla mexicana en las últimas semanas sin duda serán un impacto en las finanzas públicas del país, pues aún representan una parte importante de los ingresos presupuestarios del gobierno federal, coincidieron especialistas.
Gabriel Farfán, consultor en finanzas públicas y director de la Comunidad Mexicana de Gestión Pública mencionó que, durante marzo la situación fue más complicada, tan sólo ayer, el precio de la mezcla mexicana se ubicó en 10.37 dólares el barril, lo que significó 38.63 dólares menos a lo que se estableció en el Paquete Económico del 2020 por 49 dólares el barril de crudo.
“Todavía no se siente el impacto fuerte en los ingresos, porque sólo tenemos datos de finanzas públicas hasta enero y febrero, pero recordemos que en el último día de febrero se tuvo un precio de 39 dólares que son 10 dólares menores a lo que se estableció en el Paquete Económico. Lo interesante se verá en el reporte trimestral o incluso en los Precriterios”.
Datos de Hacienda indican que, durante el 2019, los ingresos petroleros representaron 17.7% de los ingresos totales del gobierno con un total de 955,054.9 millones de pesos.
Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey indicó que, de mantenerse un precio promedio de 20 dólares el barril de petróleo en los próximos cinco meses representaría un golpe entre 60 y 63% menos de ingresos petroleros.
“Entonces, sí es una merma relevante a los ingresos públicos y si, a pesar de ello quieren mantener su superávit primario, tendrán que hacer muchos recortes, pero no veo de dónde”.
En su momento, Arturo Herrera, secretario de Hacienda aseguró que, pese a las reducciones de los precios del petróleo, los ingresos petroleros del país están completamente protegidos por las coberturas petroleras que se contrataron para este año.
“El gobierno federal cubrió todo lo que teníamos en el presupuesto. Todo. Nosotros no vamos a perder nada, lo cubrimos a través de dos mecanismos: 80% lo cubrimos a partir de una cobertura de mercado y 20% con una autoreserva que teníamos”, declaró en entrevista al periodista René Delgado.
A pesar de que el gobierno federal compró coberturas para proteger el precio del barril de petróleo y no afectar las finanzas públicas, no se sabe cuánto está cubierto. (Con información de Elizabeth Albarrán)