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Bolsa mexicana repunta, pero aún está cerca de mercado bajista
Aunque el S&P/BMV IPC ha recuperado terreno desde su mínimo más reciente, el fantasma de la inflación y las tasas podrían presionarlo a la baja.
El mercado accionario mexicano ha repuntado en las más recientes jornadas desde su mínimo del actual periodo de bajadas. Pero este movimiento no es lo suficientemente amplio como para pensar que se ha tocado el fondo en medio de crecientes riesgos de inflación, alzas de tasas y recesión.
El índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que agrupa a las 35 acciones más negociadas del país, cerró este viernes en 47,042.94 puntos. Esto significa una recuperación de 5.67% frente a un mínimo intradía de 44,518.73 unidades el 1 de septiembre (el sótano más reciente).
Aunque un movimiento positivo de 5% no es poca cosa, se trata de un número relativo. Debería tomarse con discreción, ya que en su nivel actual aún se ubica 17.6% abajo del máximo récord más reciente de 57,064.16 unidades el 1 de abril. Esto lo pone en una posición débil y de muchas dudas.
“Los inversionistas sin experiencia se adelantan. Quieren entrar al ver disminuciones en precios, pero todavía no es momento. Estamos en un entorno de inflación que aún no se resuelve y las caídas se han acortado. Quizás en el horizonte más largo”, afirmó Jorge S. Soto, gestor de banca privada.
Con su último cierre, bastaría una caída de 3.04% para regresar a mercado bajista o bear market (que es cuando el conjunto del mercado pierde 20% o más desde su máximo más reciente), un nivel en el cual los temores económicos rebasan casi todo el optimismo. El actual está en 45,651.33 unidades.
El pie en el freno por inflación
Lo cierto por ahora es que la inflación se mantiene al alza. En la lectura más reciente el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del Inegi registró en agosto 0.70% y 8.70% interanual, niveles no vistos en 22 años. Eso respaldaría un agresivo aumento de tasas por parte del Banco de México.
De acuerdo con una encuesta de Citibanamex, las expectativas de los expertos para el próximo aumento a las tasas clave del Banxico subieron de 50 puntos base a 75 puntos básicos. La mediana estimada para la tasa referencia al cierre de 2022 pasó de 9.50% a 9.75%, informó el martes pasado.
“Mientras la inflación no ceda y las tasas de interés continúen subiendo podremos ver nuevos mínimos. Las complicaciones seguirán para las empresas porque el consumo se deprime. Al mismo tiempo se acerca el cuarto trimestre, que podría traer más presiones inflacionarias”, dijo Jorge S. Soto.
Lento descenso
Si bien es cierto que las crisis más recientes que han pegado a la bolsa local, la de la pandemia de Covid-19 en 2020 y la causada por las hipotecas de alto riesgo en 2008, tuvieron una duración menor de máximo a mínimo, la que vivimos ahora no toca aún profundidades comparables.
En 2008 el S&P/BMV IPC pasó de un techo de 32,001.13 puntos en junio a un nivel mínimo de 16,480.01 en octubre, con una caída acumulada de 48.5 por ciento. Para el desplome exprés de la pandemia, el techo fue 45,645.93 puntos en febrero a 32,503.25 unidades (-28.79%) el 3 de abril del 2020.
En 2022 la caída desde el récord de abril al último mínimo se ha extendido por cinco meses, más que los cuatro de 2008 y los dos de 2020. Esto se acentúa al considerar la elevada probabilidad de que la inflación, causante principal de la tendencia negativa, pudiera extenderse más tiempo.
Jonathan Heath, subgobernador del Banxico, explicó el jueves que el banco central se esfuerza por hacer que la inflación registre el techo de este periodo alcista en el tercer trimestre y que a partir de ahí inicie la baja, pero enfatizó que las alzas de tasas tienen efectos después de seis meses.
En momentos en los que la presión para la economía se resiste a ceder, la caída del principal índice accionario de México podría profundizarse. La puerta sigue abierta mientras los resultados de la política monetaria restrictiva no sean observables y los temores de recesión se mantengan.
La bolsa mexicana se encuentra en una situación compleja, con una sequía de ofertas públicas iniciales (OPIs) de casi cinco años, agravada por las quiebras e intenciones de desliste de emisoras de varios sectores como Aeroméxico, Sanborns y Monex, y que recrudece por su débil desempeño.