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Brasil, Chile y México lideran emisión de bonos verdes
Brasil, Chile y México lideran la emisión de bonos verdes en América Latina y ante la urgencia que supone la lucha contra el cambio climático, prevén que la región continúe con el crecimiento acelerado en los siguientes años.
Brasil, Chile y México lideran la emisión de bonos verdes en América Latina y ante la urgencia que supone la lucha contra el cambio climático, prevén que la región continúe con el crecimiento acelerado en los siguientes años.
“América Latina es un mercado que ha venido creciendo a tasas aceleradas (...) Si comparamos el 2014 con el 2020 ha repuntado 44 veces. Consideramos que la región tiene potencial para seguir creciendo”, explicó Juan David González-Ruiz, jefe de Grupo de Investigación en Finanzas y Sostenibilidad del Departamento de Economía de la Facultad de Humanidades y Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
En entrevista conjunta con Carlos Serrano, responsable de Servicios de Asesoría y Capacitación en Finanzas Climáticas en la Corporación Financiera Internacional (IFC), del Banco Mundial, explicaron que los tres países acumulan el 80% del total de las emisiones de bonos verdes, las cuales se concentran principalmente en emisiones soberanas y las destinadas a proyectos de energía renovable. Otros sectores principales son transporte y uso de la tierra.
González-Ruiz agregó que hay oportunidades en otro sectores como tecnología, logística, agua y saneamiento.
El representante del IFC abundó que el impulso que ha tomado el mercado de bonos verdes se debe a que el cambio climático está reorganizando la economía global. Mientras que los inversionistas globales, grandes fondos de pensiones, aseguradoras y los gobiernos están reconociendo, por un lado, los riesgos que representa el cambio climático, pero también las oportunidades de inversión y financiamiento.
Lo anterior se refleja en el crecimiento de los fondos sostenibles que en el 2021 tuvieron un récord de 69,200 millones de dólares de flujo neto, un aumento de 35% respecto al 2020.
“Latinoamérica representa solo el 2% del mercado de emisiones verdes en el mundo, esto indica que con el peso que tiene en la economía mundial debería tener igualmente mayor peso en el mercado de capitales sustentables”, agregó Carlos Serrano.
Los especialistas consideraron que el desarrollo de las taxonomías (definición o clasificación de qué es y qué no es verde) en los países va a generar incentivos, tanto para los inversionistas como para los emisores, para comprender mejor cómo operan los bonos verdes e impulsar el mercado.
México, por ejemplo, está desarrollando una taxonomía sustentable, destacaron.
Otros elementos que ayudarán a enverdercer las finanzas en América Latina serán los temas en materia de divulgación y reporteo de información por parte de los emisores, así como las opiniones y certificaciones de terceros, ya que estos avalan el uso de los recursos.
“El IFC está trabajando con los países en desarrollo y en las taxonomías que van a permitirle al mercado de bonos verdes siga creciendo en la región, especialmente en los países en dónde hemos visto muy pocas emisiones. En 2021 ingresaron Guatemala y República Dominicana al mercado”, añadió.
Se duplica
Datos de Climate Bond Initiative (CBI) muestran que, en menos de dos años, la emisión de bonos verdes en América Latina, se duplicó al pasar de 13,600 millones de dólares en septiembre de 2019 a 30,200 millones de dólares a fines de junio de 2021. Chile con 17,800 millones de dólares es el mercado de bonos verdes más grande de la región, le sigue Brasil con 11,700 millones de dólares y México ocupa el tercer lugar con 7,800 millones de dólares.
Juan David González-Ruiz enfatizó que en el mediano y largo plazo, las compañías que no tengan la sostenibilidad en su ADN de negocio el mismo mercado se va a encargar de excluirlas y no van a sobrevivir en el tiempo.
Para Carlos Serrano un reto es darle seguridad a los inversionistas de que puede invertir en un país y que no cambien la legislación, a la mitad de un ciclo político.
"Hay que generar políticas que generen confianza en el largo plazo y que atraigan a la inversión institucional y extranjera. También incentivos para las actividades que promuevan desarrollo sostenible. Las empresas deben adoptar estrategias alineadas con la sostenibilidad y que eviten el greenwashing", opinó.