Conviene diversificar la inversión

Es una temeridad tener el 100% de su patrimonio invertido en Bolsa, sobre todo si éste es importante. Las gestoras tienen especialistas en distintas áreas que le asesorarán sobre inmuebles, bonos, divisas, materias primas, oro, arte y, por supuesto, Bolsa.

La parte que se invierta en Bolsa debe estar diversificada. Metiendo todo el dinero en un sólo valor el riesgo puede ser infinito. Al ir aumentando el número de valores de la cartera el riesgo va disminuyendo. Pero tiene un límite. Se habla de doce valores. Un número mayor le dará más trabajo de control sin que el riesgo llegue a ser cero. Pregunte a Google, que lo sabe todo, por la recta asintótica.

La diversificación científica de Markowitz es, a la hora de aplicarla en el mundo de las empresas, no en el de activos financieros, una utopía. Para el inversionista que autogestiona su cartera le basta con diversificar por sectores.

Observe que cuando suben los bancos, suben todos, al margen de sus respectivas situaciones. Otro tanto pasa con el sector de seguridad y compañías de seguros, con el de la construcción, con las inmobiliarias, las empresas reguladas como eléctricas y gasísticas, con las químicas, las farmacéuticas, el sector de alimentación, servicios, consumo, o las empresas relacionadas con el turismo, ya sean hoteles, compañías aéreas, o agencias de viajes.

Ahí tiene una docena de sectores en los que diversificar su inversión, eligiendo dentro de cada uno de ellos a las empresas con mejores fundamentales, mejor aspecto técnico y mejores dividendos. Hecha esta primera selección, hay que quitar de la lista las que tengan: Un PER superior a 20 veces el beneficio por acción. Ideal entre 9 y 15 veces. Un valor en Bolsa (capitalización) superior a 12 veces Ebitda. Una deuda a corto superior al activo circulante y un endeudamiento total superior al 60% del pasivo. ¿Con esta diversificación se acierta siempre? No, pero evitará cometer graves errores.

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