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Dólar alcanza nuevo máximo en casi 20 años ante el euro

Las tasas de interés de los bancos centrales se mantendrían en territorio restrictivo durante más tiempo del que los mercados habían previsto, sin que se esperaran recortes en 2023.

Copyright (c) 2014 Konstantin Chagin/Shutterstock. No use without permission., Shutterstock

El dólar alcanzó el martes un nuevo máximo desde 2002 frente al euro y desde 1998 respecto al yen, impulsado por la resistencia de la economía de Estados Unidos, que presagia la continuidad del ajuste de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

El billete verde le ganó el martes 0.21% a la divisa europea. El euro cotizaba así en 0.9901 dólares, aunque antes llegó a cotizar a 0.9864 dólares por primera vez desde inicios de diciembre de 2002.

En el caso del euro y el dólar, el peso de la crisis energética en Europa (que se agravó desde el viernes tras el anuncio de que se pospone sin fecha la reapertura del gasoducto Nord Stream 1), arrastra a la moneda única europea.

Para los economistas de Pantheon Macroeconomics, la caída del euro ante el dólar "será motivo de inquietud para el Banco Central Europeo (BCE), por su capacidad de agravar la inflación en la zona euro, ya históricamente alta”.

Eso podría llevar al BCE a “jugar fuerte el jueves y subir 0.75 puntos porcentuales su tasa directriz, algo inédito”, según estos expertos.

En tanto, el dólar cotizaba a 143.07 yenes, algo sin precedentes desde agosto de 1998.

La libra esterlina subió, pero posteriormente cotizó con pocos cambios, ganando apenas 0.01% a 1.1524 dólares.

"La gente reconoce que la economía estadounidense se está desacelerando, pero sigue siendo la menos fea del concurso", dijo Marc Chandler, de Bannockburn Global Forex.

Si bien la senda de menor resistencia del dólar es al alza, su fortaleza se verá desafiada la próxima semana, cuando se publique el Índice de Precios al Consumo de Estados Unidos para agosto, dijo Chandler.

La preocupación por la recesión mundial y la amenaza de una inflación persistente han tenido en vilo a los operadores y a los bancos centrales durante el verano, con continuas fluctuaciones del dólar y el euro y una difícil situación por las interrupciones de suministro de gas natural”, dijo Simon Harvey, director de Análisis de Mercado FX en Monex Europe.

Explicó que la ruptura de la paridad euro-dólar se consolidó por primera vez desde 2002 hasta llegar a una situación de meseta del dólar impulsada por unos PMI flash de Europa que se mantuvieron en agosto mejor de lo esperado, especialmente si se comparan con los datos de Estados Unidos.

Según el especialista, las sorpresas negativas en los datos del consumo personal y del PCE de Estados Unidos supusieron un nuevo obstáculo para el dólar, aunque se compensaron rápidamente con el discurso de Powell en el simposio de Jackson Hole, que subrayó que el enfoque más gradual de las subidas de tasas en el futuro sólo reflejaba la cautela y no una tendencia a la relajación.

Para reforzar su mensaje antiinflacionista, dijo que las tasas de interés se mantendrían en territorio restrictivo durante más tiempo del que los mercados habían previsto, sin que se esperaran recortes en 2023.

“Con respecto el euro, el equilibrio de mercado en torno al nivel de paridad es revelador y sugiere que éste seguirá siendo el nivel de equilibrio del par hasta que se aclaren las perspectivas energéticas de Europa en el invierno”, dijo. (Con información de elEconomista.es)

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