Empresas europeas cancelan salidas a Bolsa

Primero fue China, luego se unió el desplome del precio del petróleo, a eso se sumaron las dudas sobre una nueva recaída en el crecimiento mundial, más tarde llegaron las dudas sobre el Brexit y, finalmente, la constatación de que el Reino Unido apostaba por romper con la Unión Europea.

Los mercados están viviendo un 2016 a base de sobresaltos y las empresas están reaccionando al calor de los sentimientos de los inversores.

Las bolsas siempre han marcado el calendario y este ejercicio lo está demostrando todavía más. Cualesquiera que fueran las intenciones de las compañías y de sus bancos de inversión al arrancar el año, han saltado por los aires a golpe de incertidumbre.

El resultado de la inestabilidad es un reguero de retrasos y cancelaciones de salidas y ventas de acciones en Bolsa en Europa que no se veía desde el arranque del 2012, en pleno incendio de la deuda soberana de medio continente, con amenaza de ruptura del euro incluida.

Entonces fue Mario Draghi el que cambió la situación, con el discurso sobre la defensa de la moneda única, que pasará a la historia y que realizó hace cuatro años por estas mismas fechas.

No son pocos los que cruzan los dedos para que la historia se repita y algo o alguien modifique el rumbo del ejercicio a partir del verano.

Porque lo que se ha quedado por el camino son 25 operaciones bursátiles de compañías europeas que han sido canceladas o pospuestas y que, de haberse materializado, habrían supuesto más de 7,000 millones de euros de volumen, según los datos de Dealogic.

No se puede decir que las compañías no hayan intentado con todo su empeño llegar hasta el final. De hecho, 10 de las salidas a Bolsa afectadas se cancelaron o pospusieron cuando ya habían sido lanzadas y los trámites habían comenzado, así que se apuró al máximo.

En la lista está Volotea. La compañía aérea de bajo coste española comunicó formalmente a la CNMV sus planes para desembarcar en el parqué el 19 de enero y una semana después anunció que posponía su intento.

A la cabeza, Lloyds e Italia

Pero Volotea no es la mayor cancelación temporal del año ni España es el país que más ha sufrido.

La compañía que ocupa el podio en la primera de esas categorías es Lloyds, el banco británico nacionalizado durante la crisis y del que el Reino Unido iba a vender a finales de enero un paquete de acciones valoradas en 2,700 millones de euros.

La intención quedó en nada. China, el petróleo y el cambio de ciclo que se anticipaba para los tipos de interés en Estados Unidos lo impidieron.

El retraso en la venta de acciones de Lloyds ha sido sólo una de las operaciones afectada este año en el Reino Unido.

Ha habido tres más en el país, pero el mayor número se da en Italia, donde seis transacciones han sido retrasadas, entre ellas, los estrenos en Bolsa de dos de sus bancos: Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca.

La cancelación de esta última OPV podría achacarse al Brexit. Al fin y al cabo, se materializó el 24 de junio, el día que se conocieron los resultados de la votación.

Pero la realidad es que la entidad financiera italiana no necesitó demasiada ayuda externa para naufragar: sólo un inversionista institucional acudió a la llamada y realizó una petición por 0.01% del capital en venta.

Eso no quiere decir que el Brexit sea totalmente inocente. Telefónica puede dar fe de ello: la operadora española de telecomunicaciones tenía previsto lanzar al mercado su filial Telxius en julio pero ya no va a ser así.

Sin embargo, esta operación no está en la lista de Dealogic porque no hubo un anuncio formal, de donde se deduce que el volumen de transacciones retrasadas o canceladas es mayor que el consignado en los datos oficiales: Telxius no es la única empresa de Europa que ha tenido que cambiar sus planes por el resultado del referéndum británico.

Lo dicen los datos de volumen de operaciones en el mercado bursátil en lo que va del año.

La cifra incluye, además de las salidas a Bolsa y ventas de acciones, las ampliaciones de capital y la venta de bloques; además muestra una caída de 42% en lo que va del año comparado con el mismo periodo del año anterior.

Las empresas europeas han apelado a la Bolsa por 75,600 millones de euros en lo que va del año, en lo que supone el menor volumen desde el mismo periodo del 2012.

Estas cifras demuestran que el mercado bursátil es uno de los más afectados por la inestabilidad, sobre todo las salidas a Bolsa y las ampliaciones de capital.

Mientras que la venta de un bono puede solucionarse en una mañana en la que el mercado amanezca de buen humor, una transacción bursátil de ese tipo conlleva un mínimo de dos semanas de exposición total y descarnada a los vaivenes de las bolsas. Y en este arranque de año no ha habido demasiados periodos de tanta placidez en el mercado.