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Entrada en vigor del nuevo euribor se retrasa hasta 2017
El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) señala que aún hay problemas que deben resolverse.
La entrada en vigor del nuevo euribor, que en principio estaba fijada para el próximo mes de julio, se retrasará varios meses.
En un comunicado hecho público hoy, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) ha confirmado lo que ya se sospechaba desde hace algún tiempo: la imposibilidad de poner en marcha el nuevo índice este mismo año, tal como publicó EXPANSIÓN el pasado 5 de abril.
De hecho, el EMMI ha anunciado hoy de forma oficial que el periodo de transición del actual indicador al nuevo, que algunos denominan euribor plus, se prevé ahora para el primer semestre de 2017.
El EMMI ha reconocido que "sigue habiendo problemas" que deben resolverse y ha justificado la revisión del calendario por la prioridad de "asegurar una transición sin problemas para todos los participantes del mercado".
En este sentido, la institución señala que sus esfuerzos en los próximos meses se concentrarán en perfeccionar "algunos elementos de la metodología propuesta" para fijar el índice, que en España se utiliza como principal referencia para establecer el precio de la mayoría de préstamos hipotecarios.
El EMMI abrió un periodo de consultas sobre el nuevo índice entre el 30 de octubre de 2015 y el 29 de enero pasado para recabar la opinión de los agentes del mercado (banca, organismos reguladores, asociaciones de usuarios....).
El Instituto agradece ahora las respuestas recibidas, que están siendo "cuidadosamente analizadas" y que, según el EMMI, respaldan la estrategia y el camino que se han diseñado para reformar el euribor.
Un largo proceso
El Instituto Europeo de Mercados Monetarios empezó a trabajar en un nuevo euribor ya en 2014, con el objetivo de mejorar los cálculos para la fijación del índice tras los escándalos por su manipulación por parte de entidades como Deutsche Bank, Société Générale o RBS. Con esta reforma, el EMMI trabaja en una fórmula que dé más seguridad con respecto al cálculo del indicador.
La solución elegida pasa en principio por calcular el euribor en función de las transacciones reales en las que los bancos se prestan dinero. En estos momentos, el euribor se calcula según las estimaciones de las mismas entidades sobre los precios que se aplicarían en transacciones que podrían realizar.
La reforma del euribor ha coincidido en los últimos meses con su entrada en niveles negativos (lo hizo por primera vez en febrero, cuando se situó en el -0.008%; hoy se encuentra ya en el -0.013%). Esta situación ha provocado cierta polémica, ante la posibilidad de que algunas entidades pudieran verse obligadas a pagar a sus clientes por tener hipoteca, lo que sucedería en aquellos supuestos en los que el diferencial aplicado al préstamo no cubriera la diferencia del euribor negativo.
Pese al retraso hasta 2017 de la fecha para la implantación del nuevo índice, este escenario podría seguir dándose dentro de varios meses. Y es que tras la última batería de medidas anunciada por el BCE, incluyendo la bajada de los tipos oficiales al 0%, los pronósticos indican que el euribor podría ahondar aún más en terreno negativo.
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