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Envíos de cripto remesas a América Latina crecieron 900% en un solo año
Varios gobiernos de la región ya trabajan en nuevos impuestos para el mercado.
Uno de los espacios que más creció en la industria cripto durante los últimos años fueron las remesas internacionales. La facilidad de envío de los activos digitales y la constante depreciación de las monedas fiduciarias los convirtieron en una de las opciones más elegidas por las personas para mandar dinero de un país a otro. En América Latina, los movimientos cripto transfronterizos crecieron un 900% en los últimos 12 meses.
Según un informe reciente del exchange Coinpay.cr, Venezuela, Argentina, Brasil, México o El Salvador son los países donde más ha crecido el número de remesas cripto. La mayoría provienen de Estados Unidos, donde la salida de dinero desde inmigrantes a sus familias se cuadruplicó desde comienzos de la pandemia (100 millones de dólares) hasta fines del año pasado (400 millones).
“Las transacciones de remesas y criptomonedas han crecido entre 800% y 900% en un solo año. Si se sabe tener un buen enfoque y el país lo promueve de la manera correcta, puede tener una gran aceptación ya que es más fácil que recurrir a los sistemas tradicionales”, explicó Jorge Pasapera, socio fundador de Coinpay.cr, en diálogo con Forbes.
De todos modos, es necesario señalar que el uso de criptomonedas en el mercado de remesas tiene su lado negativo. Las operaciones cripto suelen estar sujetas a costos de transacción altos, y también a importantes comisiones por parte de los cajeros para poder cobrar el dinero. Asimismo, las transferencias no suelen ser instantáneas, sino que pueden demorar hasta tres días en efectuarse.
Según datos de Statista, Venezuela, Argentina y Colombia son los tres países latinoamericanos que más usan criptomonedas. Los países registran una inflación interanual del 686%, 51% y 5.6%, respectivamente, y los activos digitales se han destacado como una opción atractiva para muchos pequeños inversores para salvaguardar el valor de sus ahorros.
Por esta razón, varios gobiernos de la región están trabajando en nuevos gravámenes sobre el mercado cripto para engordar las arcas estatales. El último en hacerlo fue Venezuela, quien aprobó hace algunos días el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que prevé un impuesto de entre el 2% y el 20% que las operaciones realizadas en dólares o criptomonedas como el bitcoin (BTC).