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Goldman Sachs recorta el pronóstico del S&P para el 2022
El banco de inversión fijó en 4,900 puntos el cierre del índice este año
El contexto geopolítico, con el riesgo de una invasión inminente de Ucrania, se une a las tensiones económicas, producidas por la alta inflación y la preocupación por la respuesta que dé la Reserva Federal.
Con el bono estadounidense a 10 años al 2% y voces en la Fed que piden subir las tasas de interés un punto entero de aquí a junio, Goldman Sachs lanzó una advertencia este fin de semana: si el banco central estadounidense se pasa con el endurecimiento de la política monetaria, el S&P 500 podría caer 11 por ciento.
Por el momento, el escenario central de Goldman es que la Fed logre moderar la inflación, pero sin hacerla desaparecer, lo que obligaría a aumentar la tasa varias veces y planificar más alzas para el 2023. Si eso ocurre, el S&P 500 cerraría el año en 4,900 puntos, 200 más que en su anterior previsión.
"El contexto macro este año es considerablemente más desafiante que en 2021. Sin embargo, seguimos esperando que los precios de las acciones aumenten junto con las ganancias y alcancen un nuevo máximo histórico en 2022", aseguró el estratega jefe de Goldman Sachs para Estados Unidos, David Kostin.
El nuevo pronóstico de Goldman implica que la Bolsa suba 4% este año, "modestamente por debajo del promedio histórico".
Los analistas de Goldman apuntaron a tres posibles escenarios: uno más probable y dos extremos. El primero es que los precios se frenen menos de lo esperado, obligando a la Fed a acelerar la subida de tasas por encima de lo que prevé el mercado y superando lo que pueden digerir los inversionistas.
El escenario más positivo es que la inflación remita de forma drástica después del verano, cumpliendo las previsiones más optimistas de la Fed, lo que permitiría escalonar la normalización de las tasas de forma más lenta y digestible. Si hay menos subidas, las acciones reaccionarían y el S&P podría llegar a los 5,500 putos.
La situación más temida: la mezcla de una inflación persistente, unas fuertes subidas de tasas y una crisis geopolítica mundial, que empeore las cadenas de suministro y el precio de la energía, podría llevar a EU a una recesión. En ese caso, lo típico es una contracción bursátil de otro 24%, advierte Goldman.
Y no son los únicos que lo temen: Chris Iggo, CIO Core Investments en AXA IM, también ve un escenario similar en el peor de los casos.