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México coloca bonos Samurái por 590 mdd
México colocó bonos por unos 590 millones de dólares a plazos de 5, 10 y 20 años, informó este martes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realizó una emisión de tres bonos samurai en el mercado japonés, por un monto total de 60,000 millones de yenes (590 millones de dólares), a plazos de cinco, 10 y 20 años.
Con esta emisión, se han cubierto las necesidades de financiamiento del gobierno federal en los mercados financieros internacionales para el 2014, y se convierte en la tercera colocación sin garantía del gobierno en el mercado de bonos samurai.
La dependencia explicó que dicha colocación se dio en tres tramos distintos, con vencimientos en el 2019, 2024 y 2034, con un rendimiento al vencimiento de 0.80, 1.44 y 2.57%, respectivamente.
Estos rendimientos equivalen a un diferencial con respecto a la tasa de interés swap interbancaria de 50, 70 y 105 puntos base, respectivamente.
Los agentes colocadores fueron Nomura, Mizuho y Citigroup.
Con esta colocación se consiguieron las tasas fijas más bajas de la historia en cualquier moneda para el gobierno mexicano; con ello quedan cubiertas las necesidades de financiamiento internacionales para el 2014 , precisó Fernando Aportela Rodríguez, subsecretario de Hacienda.
La dependencia destacó que la colocación a cinco años logró un rendimiento y diferencial inferior a los alcanzados en las emisiones realizadas en el 2012 y 2013, mientras que la colocación a 10 años registró un rendimiento inferior a los obtenidos en las emisiones garantizadas por JBIC del 2009 y 2010 al mismo plazo.
En un comunicado, la SHCP informó que la transacción cumple con los objetivos de captar recursos en yenes al costo más bajo en la historia; ampliar la base de inversionistas y preservar la diversidad del acceso al crédito en diferentes mercados.
Además de promover el desarrollo de mercados líquidos y profundos, con curvas de rendimiento que faciliten el acceso al financiamiento a una amplia gama de agentes económicos públicos y privados; y extender el perfil de amortizaciones de los bonos de referencia en moneda extranjera.
En tanto, la transacción tuvo una demanda de 2.5 veces el monto emitido y contó con la participación de más de 70 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés, como bancos, fondos de pensión, aseguradoras y fondos de inversión de la región.