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Netafim ya pesa en los resultados de Orbia

La subsidiaria mexicana es la tercera más importante para el grupo de origen israelí, sólo por debajo de Estados Unidos e India.

A casi dos años de que Netafim fue adquirida por Orbia (antes Mexichem), ya aporta aproximadamente 15% de los ingresos globales de la compañía petroquímica mexicana, que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

“Ese porcentaje debe subir dramáticamente en los siguientes años, ya que la escasez de agua se va a agudizar y esto genera grandes oportunidades para que Netafim siga contribuyendo muy fuerte en los ingresos de Orbia”, confía Ricardo Medina, director general de Netafim en México.

La empresa de origen israelí tiene 25 años operando en el mercado de tecnificación de riego en México. Sus “planes son ambiciosos”, asegura Medina, por la gran cantidad de superficie agrícola sin tecnificar que hay en el país y el potencial para expandir su negocio es de 4.5 millones de hectáreas.

En México, hay 22 millones de hectáreas, dice Medina, de las cuales 16 millones se riegan por temporal de lluvia y los restantes 6 millones son susceptibles de riego, aunque sólo 1.5 millones se riegan mediante algún tipo de tecnificación.

Netafim México es la tercera subsidiaria de importancia dentro del grupo israelí a nivel global, por debajo de Estados Unidos y la India.

“Del volumen de la plantación en México, 90% se enfoca en cultivos de alto valor que son exportación, principalmente, ahí es en donde estamos muy enfocados, pero el mayor potencial, simplemente por tamaño de superficie, está en los cultivos como el maíz y los granos en general, en donde el nivel de tecnificación es prácticamente nulo”, explica.

Busca expansión

Netafim tiene mayor participación en Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Jalisco y Michoacán, comenta el directivo general de la empresa, ya que son entidades en donde están ubicados los productores más grandes y los de más alta tecnificación en México.

Sus planes son ampliar su presencia en el país, pues actualmente tiene 34% de participación del mercado mexicano.

De ahí que las oportunidades para la empresa están en crecer hacia el noroeste y sureste de México, en donde cada vez más la escasez de agua obliga a los productores a adoptar tecnología para los cultivos extensivos como la caña de azúcar y la palma africana.

“Sin agua no se produce nada”, alerta Medina, quien asegura que México es una potencia agroalimentaria. Lo dimensiona al explicar que la cantidad de alimento que se exporta a EU es vasta, pues hay estadísticas que muestran que 30% de la alimentación de los estadounidenses proviene de México.

Pero indica que el plan para impulsar la autosuficiencia alimentaria del actual gobierno federal representa otra oportunidad de negocio, sobre todo en la producción de maíz.

De las 22 millones de hectáreas que hay en México, 8 millones son de maíz y el promedio nacional de productividad del grano es de 3 toneladas por hectárea cultivada, para lograr esa autosuficiencia se tendría que incrementar a 6 toneladas y ahí es en donde el sistema de riego y nutrición puede aportar valor.

“El presupuesto asignado para agricultura ha venido hacia abajo, por lo menos en este 2019 y lo que ya se está planteando para el 2020, lo cual no va muy de la mano con lo que se pretende hacer, pero la oportunidad ahí está y la tecnología que tenemos nosotros es parte de la solución”, agrega Medina.

Dio un ejemplo, un productor de maíz en Sinaloa que no está tecnificado produce entre 9 y 10 toneladas de grano por hectárea, pero con la tecnificación del riego en el campo agrícola puede llegar a producir hasta 16 o 17 toneladas.

Netafim se enfoca principalmente en productores del campo de tamaños mediano y grande, que cuentan con al menos 20 o 30 hectáreas para cultivo.

Ricardo Medina dijo que la empresa que encabeza mantiene un incremento de 11 a 13% en sus ventas en promedio anual, pero es optimista porque estima que con la penetración que logren, ya sea a través de apoyos de gobierno para el maíz, el crecimiento podría ser mayor.

“Este año ha sido bueno para nosotros porque crecimos, pero ha sido complicado dadas las circunstancias de incertidumbre y complejidad, pero con todo esto la perspectiva para el 2020 es seguir creciendo, al final, la población tiene que seguir comiendo, se tiene que seguir produciendo alimentos y cada vez hay menos agua, entonces más allá de una crisis económica que pueda venir, lo que hacemos es algo necesario”, dice.

judith.santiago@eleconomista.mx

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