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Nueva York busca impuesto a operaciones en bolsa
La crisis del coronavirus hace mella sobre los presupuestos del estado de Nueva York, que ha visto como una quinta parte de sus ingresos se han esfumado.
La crisis del coronavirus hace mella sobre los presupuestos del estado de Nueva York, que ha visto como una quinta parte de sus ingresos se han esfumado.
Esta situación proyecta ya un déficit de 61,000 millones de dólares para los próximos cuatro años. Es por ello que los demócratas más progresistas, que están ganando peso en la presente legislatura estatal, han puesto sus miras en la compra y venta de acciones para intentar cerrar la brecha fiscal.
Un centenar de legisladores consideran que tasando estas operaciones se podría recaudar hasta 13,000 millones de dólares para esquivar el recorte de servicios públicos, el despido de funcionarios y evitar que la brecha social aumente.
El proyecto de ley presentado por el demócrata Phil Steck aboga por un impuesto de 1.25 centavos sobre la venta de una acción de cinco dólares o menos que podría elevarse hasta los cinco centavos para un valor que supere los 20 dólares.
Los ingresos se destinarían al fondo general de Nueva York durante los próximos tres años. Luego se usarían para mejorar obras de infraestructura, con la Autoridad de Transporte Metropolitana llevándose alrededor del 25 por ciento.
De llegar a aprobarse, este impuesto afectaría directamente al 10% de las rentas más altas, que según un estudio del profesor de la Universidad de Nueva York, Edward Wolff, eran dueñas del 84% de las acciones en circulación en 2016.
Laoposición de la industria financiera al proyecto de ley es evidente. Wall Street es responsable del 17% de los ingresos fiscales estatales y de generar 181,200 empleos, algunos de los cuales podrían verse en peligro si el volumen de negociación cae.
El Investment Company Institute (ICI, por sus siglas en inglés) considera que este impuesto dañaría a millones de inversionistas de ingresos medios en fondos mutuos. Además una decisión en este sentido podría provocar que la NYSE y su matriz, IE, barajen mover sus operaciones fuera del estado.